jueves, 8 de junio de 2023

El tablero de la reina (Luis Zueco)

 




Título: El tablero de la reina 
Autor: Luis Zueco
Editorial: Ediciones B
Año: 2023
Nº de páginas: 623
ISBN: 978-84-666-7358-7  


Del autor: 

Luis Zueco (Borja, Zaragoza, 1979) es director de los Castillos de Grisel y de Bulbuente, dos fortalezas restauradas y habilitadas como alojamientos con encanto y como sede de eventos. Además, es ingeniero industrial, licenciado en Historia y máster en Investigación Artística e Histórica, miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos y colaborador, como experto en patrimonio y cultura, en diversos medios de comunicación.

 


Ha logrado el éxito internacional de crítica y público con su fascinante Trilogía Medieval: El castillo, La ciudad y El monasterio, tres novelas que nos llevan a través de adictivas tramas de intriga ambientadas en los escenarios arquitectónicos más importantes de la época medieval. 

Sus novelas posteriores, El mercader de libros (2020) y El cirujano de almas (2021), lo han consagrado como uno de los novelistas más importantes de nuestro país.



Sinopsis:

Año 1468. Castilla se encuentra en un momento crucial de su historia. Alfonso de Trastámara ha muerto en sospechosas circunstancias y Enrique IV se alza como rey obligando a su hermanastra Isabel, la única que podría oponerse a sus planes, a firmar la paz. Ella acepta, pues está destinada a convertirse en Isabel la Católica y sabe que las grandes partidas no se ganan en el primer movimiento.

Mientras los asuntos de la Corte mantienen al reino en vilo, el misterioso asesinato de un noble une fortuitamente a Gadea, una joven apasionada del ajedrez que esconde un oscuro pasado, y a Ruy, un cronista amante de la Historia y los libros. La peligrosa carrera a contrarreloj de ambos para descubrir al culpable se entrelaza con las conspiraciones y las guerras de la Corte de Isabel, quien bajo su mandato supo moverse como una maestra en el tablero y transformó para siempre la figura de la reina en el ajedrez.


Opinión:

Si hablamos de autores de novela histórica del panorama narrativo actual, hay alguien que tiene un lugar asegurado. Él es Luis Zueco, que con sus obras, la última El cirujano de almas, reseñada en este blog y con la Trilogía medieval, entre otras novelas, sin duda se ha creado un gran renombre.

Hay varias cosas que me fascinan, una sin duda son los libros y otra es el ajedrez. De hecho uno de los regalos más preciados que guardo como oro en paño en mi mesita de noche, es un ajedrez que me regaló mi abuela, en paz descanse, por lo que para mi, con El tablero de la reina, Zueco ha acertado de pleno.



La novela se ha estructurado en 6 partes, como cada una de las diferentes piezas del ajedrez, y en 85 capítulos cortos. Además contiene un prefacio, un árbol genealógico de los monarcas Trastámara y un mapa de los reinos peninsulares de los siglos XIII al XV, para poner al lector en contexto.

Como decía dos son las cosas que destacan en la novela, una es el periodo histórico y otra es la evolución y la importancia del ajedrez.

Todo comienza en 1468, en Castilla reina Enrique IV aunque su hermanastro Alfonso se ha entronado con muchos nobles que le siguen. Pero Alfonso muere en extrañas circunstancias, lo que fortalece a Enrique en el trono. A pesar de ello, Isabel la Católica está dispuesta a ser la sucesora del trono de Castilla. Es una mujer fuerte y luchadora, que no se deja manipular y que se casará con el príncipe Fernando de Aragón, en contra de las advertencias y opiniones de Enrique, y esperará su momento en la historia para ejercer su reino, cuando le toque.

Isabel la católica


Entre estos trances históricos conoceremos a Gadea, una joven judía toledana cuya pasión es el ajedrez, que le empezó enseñando su abuelo y que hizo de dicho juego su modo de subsistencia. Conoceremos también a Rodrigo Muniesa, apodado Ruy, cronista buscador de libros lujosos, que va en busca del "Libro de los juegos" que escribió Alfonso X El Sabio, y nos cruzaremos con muchos otros personajes partidarios de uno y otro monarca, que lucharán y se pondrán la zancadilla para conseguir sus fines. Ambos se verán envueltos en una trama que de manera secreta intentan cambiar las reglas del ajedrez para cambiar la manera de pensar de la gente y establecer a una mujer en el trono.

La importancia del ajedrez es otra de las cosas claves de la novela. Luis Zueco nos transmite su evolución, desde sus inicios en la India, hasta el siglo XV. El ajedrez era un juego capaz de unir a musulmanes, judíos y cristianos, y España fue la cuna del ajedrez moderno y de su universalización. Como digo, en la novela vamos a ver la transformación del juego y la incorporación de la pieza de la Reina, como algo extraordinario, ya que se convirtió en la figura femenina con más poder en el tablero, aunque quien mata al Rey, determina la partida.

El ajedrez se convierte en metáfora del mundo. Un mundo en constante cambio, donde aprender a medir con suma perfección los tiempos y a utilizar todas las armas de las que se dispone en la partida. 

Además de todo ello, Zueco incorpora muchos detalles históricos y personajes reales como el impresor valenciano Lambert Palmart, el militar Jorge Manrique o la maestra Beatriz Galindo, que aunque con alguna licencia a muchos lectores les servirá para conocer detalles de la ciudad de Madrid, o la explicación de porqué a sus ciudadanos se les apoda "gatos". 

Luis Zueco ha dispuesto una novela redonda, para disfrutar y aprender, manteniendo modo de narrar que despierta y mantiene el interés del lector haciendo cortas sus novelas. 

Historia de España y del ajedrez unidas como solo Luis Zueco sabe hacerlo.




Valoración: 10 / 10 Obra maestra


2 comentarios:

  1. A ver quién se resiste con una reseña como ésta...
    Besotes!!!

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  2. Alucinado me dejas, Ful. Ya tiene que ser una historia redonda para calificarla con un diez. Tu magnífica reseña es una muestra clara de que la has disfrutado de principio a fin. Desde luego que tomo buena nota, aunque a mi nunca me atrajo el ajedrez. Lo que si deduzco, es que està claro que Luis Zueco acertó de pleno en utilizar este juego como metáfora, sin duda. Un abrazo.

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