Autor: Pedro Antonio de Alarcón
Del autor:
Pedro Antonio de Alarcón y Ariza (Guadix, 10 de marzo de 1833-Madrid, 19 de julio de 1891) fue un escritor español que perteneció al realismo literario, en el que destacó como uno de los artífices del fin de la prosa romántica.
Tuvo una intensa vida ideológica; como sus personajes, evolucionó de las ideas liberales y revolucionarias a posiciones más tradicionalistas. Aunque su familia provenía de hidalgos era más bien humilde, no lo era tanto como para no poder permitirse enviarlo a estudiar Derecho en la Universidad de Granada, carrera que abandonó pronto para iniciarse en la eclesiástica. Aquello tampoco le satisfizo y abandonó en 1853 para marchar a Cádiz, donde funda El Eco de Occidente, junto a Torcuato Tárrago y Mateos, iniciando su carrera periodística en la dirección de este periódico.
Su primera obra narrativa fue El final de Norma, que no vio publicada hasta 1855. Comenzó a escribir relatos breves de rasgos románticos muy acusados hacia 1852; algunos de ellos, entroncados con el costumbrismo granadino, revelaban el influjo de Fernán Caballero, pero otros demuestran la impronta de una atenta lectura de Edgar Allan Poe, aunque también compuso relatos de terror a semejanza de su modelo. Desde 1860 hasta 1874 agregó a los relatos la redacción de libros de viajes. Estos últimos son De Madrid a Nápoles (1861) y La Alpujarra (1873), que suponen ya un acercamiento al realismo. En 1874 publicó El sombrero de tres picos, desenfadada visión del tema tradicional del molinero de Arcos y su bella esposa perseguida por el corregidor. Recogió sus artículos costumbristas en Cosas que fueron (1871) y sus poemas juveniles en Poesías. También intentó el teatro con su drama El hijo pródigo, estrenado en 1875.
En el Diario de un testigo de la guerra de África revela su talento descriptivo, presente también en los apuntes del viaje por Francia, Suiza e Italia y en La Alpujarra, donde logra insertar la viva realidad en la historia casi legendaria de las sublevaciones moriscas aproximándose a la novela.
Entre 1874 y 1882 aparecieron sus obras más conocidas y famosas: los cuentos y las novelas cortas y extensas. Los relatos breves abarcan las Narraciones inverosímiles, bajo el ya mencionado influjo de Poe; los Cuentos amatorios, que se sitúan entre la sensiblería y el misterio policíaco, destacando El clavo y La comendadora; y las Historietas nacionales, de honda raigambre popular y que entroncan con obras similares de Fernán Caballero y Honoré de Balzac y van desde el tema heroico de la resistencia a los invasores franceses hasta el populismo épico de los bandoleros, pasando por las frecuentes algaradas civiles que al autor le tocó vivir. Destacan El carbonero alcalde, El afrancesado, El asistente y, la que algunos consideran la mejor de todas, El libro talonario.
En 1875 aparece El escándalo, que une el tema religioso a la crítica social. Prosiguiendo esa vena moralista, el autor siguió la trayectoria iniciada con dos obras más, El niño de la bola (1878) y La Pródiga (1880), un alegato contra la corrupción de las costumbres. Poco después publicó El capitán Veneno (1881).
Fue consejero de estado con Alfonso XII en 1875 y académico de la Real Academia de la Lengua desde 1877.
Spitzberg, nombre de una isla en la que nunca raza humana ha podido sobrevivir. El protagonista, condenado a muerte y abandonado allí debe pagar el delito por el que se le acusa... el amor de una mujer ajena.
Su experiencia narrada en primera persona entraña la angustia existencial y el
profundo amor a la vida que lo enfrenta segundo a segundo con la realidad.
La isla de Spitzberg (conocida en la actualidad como Spitsbergen) es la mayor de las islas del archipiélago de Svalbard, situada en la confluencia entre el océano Ártico, el mar de Barents y el mar de Groenlandia. Pertenece a Noruega y tiene una superficie aproximada de 39 044 km². Su nombre significa «picos escarpados» y le fue dado por el explorador neerlandés Willem Barents, que descubrió la isla mientras exploraba en busca del Paso del Noreste en 1596.
Isla de Spitzberg |
Nuestro protagonista es condenado por el gobierno ruso a pasar un año en la isla, sin absolutamente nada, por el asesinato de un hombre en un desafío amoroso, que resultó ser un príncipe.