1. Penitencia, de Pablo Rivero. Suma de Letras
Jon lleva veinte años interpretando a un asesino en
la serie más longeva de la televisión española y, pese a que la fama y el
dinero le acompañan, vive tan atormentado por el personaje que representa que
decide abandonarlo todo y retirarse a una casa perdida en un bosque aledaño a
un pequeño pueblo. Solo tiene que asegurarse de que nadie se entere de que vive
ahí y evitar a toda costa que la prensa y los paparazzi lo arruinen todo. No
sospecha que librarse de su alter ego no será tan fácil.
Sin embargo, al poco de instalarse una serie de
escabrosos sucesos alterará su tan ansiada tranquilidad y tendrá que luchar por
que los secretos que ocultan esos bosques no traigan de vuelta al personaje que
tanto teme. Aunque quizá nunca se haya ido.
2. Ajo y agua, de Emmanuelle Martínez. Suma de Letras
Fleur es divertida, brutalmente sincera con los
demás y no se calla ninguna de sus verdades. Puede que la vida no la bendijera
con la belleza de una diosa griega o el cuerpazo de una profesora de yoga, pero
le dio un arma mucho mejor: su afilada lengua.
Con su mal genio, su humor negro y una total
ausencia de filtros, la imparable Fleur se atreve a cualquier cosa, ¡sobre todo
a lo peor! Y si no te gusta: ¡ajo y agua!
3. El club de los optimistas, de Gavin’s Clemente-Ruiz.
Grijalbo
Béa, Alice, Sam y Elisabeth se conocen en un lugar
donde ninguno de ellos desearía estar. De edades distintas y con vidas que poco
tienen en común, todos ellos recibieron hace poco una mala noticia sobre su
salud y a partir de ahora se encontrarán regularmente en las sesiones de
quimioterapia. Pero pronto Béa, una mujer de mediana edad, fuerte y muy vital,
les hará ver al resto que siempre existe una manera de poner al mal tiempo buena
cara.
De ahí nacerá el Club de los Optimistas, un grupo
exclusivo que tomará iniciativas insólitas y divertidas y en el que también
saldrán a la luz sus secretos, temores y esperanzas. Porque todo problema, por
grave que sea, puede desdramatizarse si se le aplican unas gotas de
tranquilidad, una pizca de ánimo y un generoso chorro de empatía.
4. Quería olvidarte, de J. Kenner. Grijalbo
Sugar Laine nunca hubiera imaginado que debería
recurrir a la prostitución para salir adelante, pero a veces la vida se tuerce
y toma caminos sinuosos. Ahora ni siquiera sus múltiples empleos le permiten
mantener su casa, lo único que tiene después de la muerte de toda su familia.
Por eso hace de tripas corazón y acepta la propuesta de ser escort de lujo para
un cliente muy especial, el señor Z.
Lo que ella ignora es que detrás de ese nombre se
oculta el célebre y magnético actor Lyle Tarpin, un hombre que está en la
cresta de la ola y que, sin embargo, no consigue ser feliz. Busca prostitutas
hermosas que gocen con él a cambio de dinero; mujeres con quienes compartir una
sola noche de sexo tórrido y luego poder olvidarlas sin el menor esfuerzo.
Pero Sugar Laine es distinta. Y, tras una noche en
que la curiosidad y el afecto se imponen al sexo, se inicia entre ambos una
relación voluptuosa, clandestina y cargada de promesas de intenso placer.
5. El enigma de la habitación 622, de Joël Dicker.
Alfaguara
Una noche de diciembre, un cadáver yace en el suelo
de la habitación 622 del Palace de Verbier, un hotel de lujo en los Alpes
suizos. La investigación policial no llegará nunca a término y el paso del
tiempo hará que muchos olviden lo sucedido. Años más tarde, el escritor Joël
Dicker llega a ese mismo hotel para recuperarse de una ruptura sentimental. No
se imagina que terminará investigando el viejo crimen, y no lo hará solo:
Scarlett, la bella huésped y aspirante a novelista de la habitación contigua,
lo acompañará en la búsqueda mientras intenta aprender también las claves para
escribir un buen libro.
¿Qué sucedió aquella noche en el Palace de Verbier?
Es la gran pregunta de este thriller diabólico, construido con la precisión de
un reloj suizo. Joël Dicker nos lleva finalmente a su país natal para narrarnos
una investigación policial en la que se mezclan un triángulo amoroso, juegos de
poder, traiciones y envidias en una Suiza no tan tranquila, donde la verdad es
muy distinta a todo lo que hayamos imaginado.
6. Ava en la noche, de Manuel Vicent. Alfaguara
David, un joven que ha pasado los primeros años de
su vida respirando el aire del Mediterráneo, abandona su ciudad para
establecerse en Madrid y cumplir un sueño: conocer a Ava Gardner y convertirse
en director de cine. A su llegada se presenta en la Escuela de Cinematografía
decidido a pasar las pruebas de acceso.
Son los primeros años sesenta y en España todo un
mundo relacionado con el arte, el cine y la literatura disfruta noches llenas
de glamour, divertidas y extraordinariamente libres. Noches de cine a las que
siguen días en que la realidad del país se ahoga cubierta por la pátina oscura
y represiva de la dictadura franquista.
Ficción y realidad se entrecruzan en esta novela
ambientada en la reciente historia de España. Con su maestría habitual, Manuel
Vicent retrata en Ava en la noche la inestable frontera entre un tiempo oscuro
y en declive y otro que, con los primeros vientos de cambio, ya empieza a
asomar en el horizonte.
7. Encuéntrame, de André Aciman. Alfaguara
En 2018, el mundo entero se conmovió con el amor de
verano entre Elio y Oliver. Llámame por tu nombre, publicada originalmente más
de diez años antes, se convirtió en un fenómeno gracias a la película estrenada
aquel año. Y este relato de deseo, descubrimiento, pasión y veladas infinitas
llegó a miles de lectores que, con el corazón en vilo, esperan conocer cómo
concluye esta historia. Por fin, en Encuéntrame, vuelven Elio y Oliver.
Elio es ahora un pianista en auge a punto de mudarse
a París; Oliver es profesor, padre de familia y puede que vuelva a visitar
Europa; Samuel, el padre de Elio, vive en Italia y, en un viaje en tren para
visitar a su hijo, tendrá un encuentro que cambiará su vida. Este cruce de
historias satisfará todas las expectativas, por inconfesables que sean.
8. Medio siglo con Borges, de Mario Vargas Llosa.
Alfaguara
«La perfección absoluta no parece de este mundo, ni
siquiera en obras artísticas de creadores que, como Borges, estuvieron más
cerca de lograrla.»
«Esta colección de artículos, conferencias, reseñas
y notas da testimonio de más de medio siglo de lecturas de un autor que ha sido
para mí, desde que leí sus primeros cuentos y ensayos en la Lima de los años
cincuenta, una fuente inagotable de placer intelectual. Muchas veces lo he
releído y, a diferencia de lo que me ocurre con otros escritores que marcaron
mi adolescencia, nunca me decepcionó; al contrario, cada nueva lectura renueva
mi entusiasmo y felicidad, revelándome nuevos secretos y sutilezas de ese mundo
borgiano tan inusitado en sus temas y tan diáfano y elegante en su expresión.
»Siempre leí a Borges no solo con la exaltación que
despierta un gran escritor; también, con una indefinible nostalgia y la
sensación de que algo de aquel deslumbrante universo salido de su imaginación y
de su prosa me estará siempre negado, por más que tanto lo admire y goce con
él.
»El puñado de libros que escribió, libros siempre
breves, perfectos como un anillo, donde uno tiene la impresión que nada falta
ni sobra, han tenido y tienen una enorme influencia en quienes escriben en
español.»
9. El juego, de Domenico Starnone. Lumen
Visualiza un duelo. Dos figuras se enfrentan, sangre
de la misma sangre. Uno tiene más de setenta años y es un afamado ilustrador
que lleva tiempo viviendo completamente solo. El otro, más bajito, es su nieto:
un niño revoltoso de cuatro años con un vocabulario vasto y precoz. Apenas se
han visto un par de veces, pero ahora el abuelo va a tenerlo a su cuidado tres
días enteros. Los padres han ido a un congreso, o quizá en realidad necesitaban
tiempo para averiguar si su matrimonio ha llegado a un callejón sin salida.
Cuatro paredes y un balcón serán los límites entre esta historia, la de un
abuelo cansado y distraído y un pequeño sargento que lo pone a prueba, y otra
historia, en sordina: la de un matrimonio en crisis y un gran amor que amenaza
con resquebrajarse.
Starnone vuelve a brillar, como en su inolvidable
Ataduras, haciendo saltar por los aires las relaciones familiares.
10. Seis semanas con los filósofos griegos, de Ilaria
Gaspari. Lumen
¿Cómo veríamos nuestra vida con los ojos de los
filósofos griegos? ¿Tendríamos menos preocupaciones? ¿Qué pasaría si un buen
día decidiéramos conocer el mundo y a quienes lo habitan tal como lo hacían los
antiguos sabios? ¿Y si siguiéramos las enseñanzas de maestros como Pitágoras,
Sócrates o Epicuro?
Tras romper con su pareja y verse obligada a
mudarse, Ilaria Gaspari emprendió un inusitado viaje de superación personal a
lo largo de seis semanas durante las que vivió centrada en adoptar los
preceptos de las principales corrientes de pensamiento de la Antigua Grecia. De
la escuela pitagórica puede aprenderse a vencer la pereza mediante reglas muy
precisas #que a veces parecen incomprensibles#; de los filósofos eleáticos, a
relacionarse con el tiempo de un modo más relajado; del escepticismo, a
desconfiar de nuestros sentimientos y a cuestionarlo todo; del estoicismo, a
aceptar que algunas cosas no se pueden cambiar; de los epicúreos, a ser
generosos con nosotros mismos... Seguir mandatos formulados hace más de dos mil
años no es una misión sencilla, pero puede conducir a una fascinante búsqueda
de la felicidad.
11. El año del mono, de Patti Smith. Lumen
Son las dos de la madrugada de la Nochevieja de 2015
cuando Patti Smith llega al Dream Motel, junto a la playa de Santa Cruz, tras
dar un concierto en la legendaria sala Fillmore de San Francisco. Acaba de
cumplir setenta años. En la primera mañana del año sale a dar un paseo y toma
su primera polaroid del rótulo del hotel, con el que mantiene una lúcida
conversación, como una Alicia moderna en su particular País de las Maravillas.
La charla le inspira unos versos y decide volver a su habitación, desde cuya
terraza escucha las olas y piensa en su amigo Sandy Pearlman, el famoso
productor musical, que lleva dos días en coma. Él fue la persona que le sugirió
en su juventud que montara una banda de rock. Así comienza un viaje por lugares
como la Costa Oeste, el desierto de Arizona, Manhattan o Kentucky, pero también
por parajes recordados o imaginados, del mundo exterior y del interior, en el
que Patti Smith nos permite deambular a su lado como sus acompañantes más
íntimos.
12. Cómo maté a mi padre, de Sara Jaramillo. Lumen
Cuando tenía once años, un sicario mató a mi padre.
Yo era una niña que no imaginaba que algo así pudiera pasar. Pero pasó. Todavía
me cuesta creer que apenas treinta y cinco gramos de acero y un gramo de
pólvora hayan podido acabar con una familia.
Cuando Héctor Abad Faciolince, autor de El olvido
que seremos, leyó esta primera novela, decidió publicarla de inmediato; muy
poco después Lumen se sumaría a su entusiasmo. Tras el éxito en Colombia y
mientras Francia prepara su traducción, Cómo maté a mi padre llega a los
lectores de ambos lados del océano como una de las revelaciones literarias de los últimos tiempos.