1. La taberna de Silos, de Lorenzo G. Acebedo. Tusquets Editores.
Corre la primera mitad del siglo XIII cuando el abad
del monasterio de San Millán encarga a uno de sus servidores, Gonzalo de
Berceo, la misión de viajar al monasterio de Silos para copiar un manuscrito
latino y hacer con él un poema castellano. La secreta intención de la visita es
que los dos monasterios aúnen fuerzas contra el papa y sus obispos, que
pretenden quedarse con los beneficios de la producción de vino, y contra la
pujanza de los nobles castellanos, ávidos también de entrar en el negocio. Sin
embargo, en plena fiebre del vino, una sucesión de asesinatos tan cómicos como
truculentos complica la situación. Para más desgracia, Lope, un peregrino
borrachín, y Elo, la tabernera del lugar, tan joven como astuta, se empeñan en
ayudar a Berceo, convirtiéndose en una molestia constante que puede dar al
traste con su misión.
2. En la piel del lobo, de Kerstin Ekman. Tusquets Editores.
«He visto un lobo.» Esta es la frase que Ulf, ya
septuagenario, lleva rumiando sin poder confesárselo a nadie desde que avistó
un majestuoso ejemplar desde su vieja caravana. Algo se rompe en su interior y
Ulf, uno de los hombres más respetados del pueblo de la Suecia profunda donde
vive, siente una conexión cada vez más intensa con el animal. Ambos son
cazadores, ambos solitarios. Pero algo ha cambiado en Ulf. Sus primeras
experiencias en el bosque con su padre, antaño fuente de alegría, son ahora
amargas; su orgullo por sus diarios de caza, que ahora no parecen más que una
lista de muertes, ha desaparecido. Y su cómoda vida cotidiana de amor y
costumbres o la fiel compañía de su perra no bastan: Ulf se siente tan perdido
entre sus trofeos disecados como entre las tradiciones de una comunidad cuya
violencia percibe ahora.
3. Ocurrió a orillas del río, de Kerstin Ekman. Tusquets Editores.
En pleno solsticio de verano, la joven profesora
Annie Raft camina, agotada, por los bosques del norte de Suecia con su hija
pequeña. Dan, el novio de Annie, tenía que haber acudido a recogerla en la
parada del autocar, en el pueblo de Svartvattnet. Quizá Annie pueda encontrar
la casa, alejada del pueblo, en la que van a empezar una nueva vida. En su
agotador deambular, de pronto, en una tienda de campaña plantada a orillas de
un río, descubre a dos personas salvajemente asesinadas. Dieciocho años
después, el crimen sigue sin esclarecerse; hasta que Annie Raft, que se quedó a
vivir en la zona, observa una escena que despierta en ella recuerdos muy
vívidos. El silencio y las mentiras, o mejor dicho las medias verdades, han
mantenido ocultos los secretos de Svartvattnet durante demasiado tiempo.
4. Tumbas sin nombre, de John Connolly. Tusquets Editores.
En Ámsterdam, cuatro personas aparecen salvajemente
asesinadas en una casa junto a un canal; sus restos están dispuestos alrededor
del cadáver de su líder, llamado De Jaager. Este, además de ser un
intermediario, un «solucionador», era el confidente de un asesino llamado…
Louis. Al parecer, los autores de esa salvaje matanza son serbios que cometieron
numerosos crímenes durante las guerras yugoslavas. Y creen que pueden escapar
de la venganza de Louis huyendo a su tierra natal. Pero se equivocan. Porque
Louis —que es, efectivamente, el amigo de Charlie Parker y cuya pareja es
Angel— ha llegado a Europa para darles caza. Su objetivo: encontrar y castigar
a los asesinos de De Jaager antes de que desaparezcan en el Este.
5. El mundo alucinante, de Reinaldo Arenas. Tusquets Editores.
Fray Servando Teresa de Mier, un monje travieso y
aventurero que vivió a caballo de los siglos XVIII y XIX, y fue perseguido por
su heterodoxia religiosa, es convertido en personaje y protagonista de esta
novela. En sus incansables andanzas —fue desterrado, estuvo en incontables
ocasiones en la cárcel e incluso, una vez muerto, su cadáver fue trasegado de
un lugar a otro—, recorrió la España de Carlos IV y Godoy, la Francia de
Chateaubriand y Madame de Staël, la Inglaterra de Lady Hamilton, Italia,
Estados Unidos («país donde por cada respiro hay que pagar un impuesto»,
comenta fray Servando) y Cuba. No en vano, trascendiendo la simple biografía y
haciendo una pirueta literaria que se inscribe en la tradición del barroco
cubano y que abarca varios géneros, Reinaldo Arenas teje una auténtica novela
de aventuras, como él mismo la subtitula, hasta otorgarle una dimensión
fabulosa, fantástica, casi mítica.
6. Mientras todo arde, de Jens Liljestrand. Destino.
Durante el verano en el que la crisis climática se intensifica más allá de nuestras peores pesadillas e incluso en la campiña sueca arden los bosques, miles de veraneantes desprevenidos quedan atrapados y el país se ve sumido en el caos. Sin embargo, para muchos la vida continúa y los problemas mundanos parecen imponerse: conflictos matrimoniales, amores adolescentes y rencillas familiares siguen siendo la principal fuente de inquietud.
Didrik, un
padre atrapado en el incendio mientras veranea con su familia, parece más
preocupado por hacerse el héroe que por poner a sus hijos a salvo; Melissa, una
joven influencer negacionista, responde a la crisis con un frívolo
#eligelafelicidad en sus redes, y André, el hijo adolescente de una estrella del
tenis, aprovecha el caos para vengarse de un padre ausente. Vilja, la joven
hija de Didrik, es la única que asume un papel de liderazgo frente a la
ineptitud de los adultos que la rodean. Cobardía, negación, rabia, valentía:
¿Qué tipo de persona serás cuando la catástrofe llame a tu puerta?
Siguiendo a estos cuatro personajes, cada uno de los cuales encarna una reacción diferente ante la crisis, Liljestrand nos ofrece una novela en la que el suspense y la tragedia se mezclan con la sátira y nos interpela de manera brillante.
No me llevo ninguno de estos tampoco, que no me da la vida.
ResponderEliminarUn beso.