En los albores de la Segunda República, las hermanas
Asorey afrontan la muerte de su padre, un reputado médico. Tilde, la mayor, es
autoritaria y pragmática, mientras Tea, la segunda, es inestable y sufre una
fuerte depresión. Eloísa, la tercera, es moderna y emancipada, y Celia, la
menor, tiene como principal objetivo casarse. Las cuatro pactan por motivos
secretos esconder el cadáver. Pero cuando una joven lavandera que trabajaba
para la familia aparece muerta, dicho pacto corre peligro de saltar por los
aires.
En su primera y magnífica novela, Marta Estévez nos
narra una intrigante historia familiar de muerte y traición en un momento
histórico clave en Santiago de Compostela, cuando los vientos del cambio
amenazaban la estabilidad política y social y los secretos podían ser la única
vía para sobrevivir.
Primera novela de la gallega Marta Estévez, ambientada en los albores de la II República y en un escenario que conoce muy bien, Santiago de Compostela, con una portada muy acertada de la Rúa del Villar.
La novela se divide en dos partes, de 40 y 41 capítulos respectivamente más un epílogo. Al inicio de cada capítulo hay un epígrafe donde uno de los personajes nos habla narrando en primera persona , el resto está escrito en tercera persona.
En un Santiago muy católico que recibe con miedo a la II República que está a punto de acontecer, suceden dos hechos que pueden o no tener relación en la villa, se trata de la muerte de Casilda, una joven lavandera y la muerte en casa aparentemente de manera natural del Dr. Joaquín Asorey. El caso es que Casilda era lavandera de los Asorey y que se la vio con el doctor el día anterior de los hechos.
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Rúa del Villar, en Santiago de Compostela |
El día que murió el Dr. Asorey cambió el eje de la vida de las cuatro hermanas, ya que por miedo, decidieron hacer un pacto de silencio y guardar el secreto de la muerte de su padre, porque en aquellas épocas estaba mal visto que cuatro mujeres vivieran solas, pues eran huérfanas de madre, por lo que deciden contar al pueblo que padre se ha ido de viaje, mientras lo entierran en el jardín.
Las hermanas son muy diferentes entre sí, me han hecho recordar a las Mujercitas de Louisa May Alcott, guardando todas las distancias. Este hecho da mucho juego a la autora para crear la trama y para ir conociéndolas interiormente poco a poco.
Clotilde (Tilde) es la hermana mayor, autoritaria y pragmática, es la que ha cuidado y educado a todas las hermanas, ha hecho de madre de ellas. Dorotea (Tea) es muy depresiva y precisa de continua protección de sus hermanas. Eloísa es la más moderna y revolucionaria de las cuatro, participa en una sociedad literaria que no es más que una tapadera para luchar a favor del sufragio femenino junto a otras mujeres de la villa, como Alicia Allón. Celia, es la más conservadora de las cuatro, su objetivo en la vida es casarse con Víctor del Río, del que hacen partícipe del secreto. Y revoloteando por la casa y acompañándolas, se encuentra un simpático guacamayo, que va repitiendo lo que oye.
El teniente Ventura Tomé será el encargado de investigar la muerte de Casilda y la extraña desaparición del Dr. Asorey. Otros personajes entrañables se nos van a ir presentando, como el niño Manoliño o el periodista Pablo Doval que congeniará con Eloísa y sus actividades subversivas.
Marta Estévez nos habla también de metaliteratura, nombrando a Virginia Woolf, a Dostoievski y a Rosalía de Castro, por poner algunos ejemplos.
El ritmo de la novela es pausado, pero para mi, es el apropiado, porque añade intriga, no esperen un thriller desbocado, sino más bien una novela negra costumbrista, que enfoca muy bien la época y la ciudad, que como bien dicen las hermanas es una ciudad muy abierta con los foráneos, pero muy exigente con sus propios conciudadanos. Una ciudad tipo pueblo, donde nadie mueve un dedo sin que se entere el otro, por lo que a las hermanas les va a ser muy difícil mantener su secreto, y todo bajo un clima típico de la zona, húmedo y lluvioso, como corresponde.
Y para que quede una novela bien cerrada, el epílogo, ya situándonos a toro pasado de los acontecimientos, nos resolverá que fue de esta familia.
El estreno de Marta Estévez consigue una muy buena recreación de Santiago y una novela negra intrigante, que a ritmo pausado va a sorprender al lector.
Valoración: 8 / 10 Notable
Me gusta mucho lo que cuentas. Y Santiago de Compostela es un sitio que me enamoró cuando estuve. No me importaría recorrer sus calles de nuevo con esta novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
Esperaba como agua de mayo que se publicara alguna reseña sobre El secreto de Las hermanas Asorey. Tu fundamentada reseña me confirma que merece la pena leerla, sin duda. Santiago me trae muchos recuerdos, y ese viaje literario a principios de la Segunda República es un gran aliciente para conocer la ciudad desde otra perspectiva. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarSoy nueva por aquí, tienes una seguidora más! :)
Eres bienvenid@ a pasarte por mi blog si te apetece! Un saludoo