Autor: Carlos Suárez
Del autor:
Carlos Suárez es periodista y ha desarrollado la
mayor parte de su carrera profesional en Televisión Española, donde a lo largo
de más de treinta años ha sido redactor, editor adjunto y editor del Canal 24
Horas, y jefe adjunto del área de Sociedad de los Servicios Informativos.
Actualmente es editor adjunto de fin de semana del Canal 24 Horas.
En los años previos a su incorporación a RTVE, fue redactor del diario La Crónica de León, socio de la empresa de comunicación Item Press y director de la revista Margen y del Grupo Editorial Margen que, entre 1981 y 1982, publicó una docena de títulos, entre ellos Max, de Juan Benet.
Anteriormente a Viático, su cuarta novela, ha publicado La muerte zurda
(Atodaplana, 2004), Una mujer en Pigalle (colección Roja & Negra, Penguin
Random House, 2016) y Vermeil (Eolas Ediciones, 2022).
Diseñada como una serie de matrioshkas o cajas infinitas, el periodista y escritor Carlos Suárez nos conduce a cuatro voces por esta historia deliberadamente fría, cerebral e intensa, el viacrucis existencial de unos personajes muy bien escritos y descritos, con pericia y precisión quirúrgicas, que nos muestran sus abismos y contradicciones en un ajustado mecanismo de relojería cuya compleja estructura, hábilmente tramada, cruza acciones y ejecuta continuos saltos en el tiempo a fin de mantener en todo momento la atención del lector.
Viático es un viaje a través del desasosiego que nos provoca no saber quiénes somos –aunque sí creamos saber lo que queremos–, en el que el azar parece presidirlo todo; un auténtico tour de force al servicio de la literatura que arriesga huyendo de lo fácil.
Viático comienza cuando Héctor Brey, un pintor que se
asoma ya a la vejez, cree reconocer en la calle a una mujer que ha muerto
treinta años atrás, Irène Sagnier.
Volviendo al pasado descubriremos como ambos se conocieron siendo Irène la agregada cultural de la embajada francesa en Madrid y Héctor una joven promesa de la pintura. Como Monique, la hija de uno de los matrimonios anteriores de Irène llega a Madrid y se interpone entre sus vidas de una manera imprevisible y enfermiza (el lector entenderá mis palabras que pueden sonar raras).
El aparentemente suicidio de Irène lo cambia todo para la vida de ambos, ¿pero fue realmente un suicidio?
A partir de ahí, en una narración que alterna pasado y presente, se irán sucediendo una serie de crímenes macabros, en los que las víctimas aparecen mutiladas o evisceradas y con una ficha de cartón con dibujos infantiles en la boca. Todas las víctimas tienen alguna relación con Brey, que está siendo acosado por Monique de una manera enfermiza.
El inspector Lázaro Dorticós junto al sargento Bruno Neira y la teniente Sara Daza serán los encargado de esclarecer que está pasando.
Suárez juega psicológicamente con el lector de una manera brutal. Por una parte sufrimos por Héctor Brey y por otra por cada una de las víctimas, que imploran y suplican siempre a un Dios que les desoye, y que se encuentran a punto de morir aparentemente por el azar, el capricho y el placer de un loco asesino en serie.
Consigue el autor que más haya de leer una novela negra, reflexionemos sobre la fragilidad humana, sobre la maldad absoluta e indiscriminada que ciertos individuos pueden ejercer.
Ningún lector será capaz de imaginar quién juega a ser Dios, nadie podrá descubrir hasta el final quién será el despiadado o la despiadada que obra su maldad de la manera más azarosa.
Por tu clara, se percibe que te gustó mucho esta novela. Me atrae más que Vermeil, sin duda. El título es muy contundente. Un abrazo.
ResponderEliminarNo sé si me convence mucho, Ful. Veo que es diferente pero hay algo que me dice que no es para mí
ResponderEliminarBesos