A Fernando J. Múñez (Madrid, 1972) le comenzó el gusto por la
escritura desde muy niño. Con catorce años empezó su primera novela, y sus primeros
guiones de cine con dieciocho. Tras licenciarse en Filosofía, inició su carrera
como realizador en publicidad mientras dirigía sus primeros cortometrajes,
completando su formación académica en Cinematografía en Estados Unidos.
En 2012 dirigió el largometraje Las nornas,
proyectado en el festival de Alicante y la Seminci de Valladolid.
Ha publicado
La cocinera de Castamar, de la que Atresmedia ha hecho una adaptación muy
exitosa, y Los diez escalones, una intriga ambientada en el medievo. Antes se
secará la tierra es su tercera novela.
Sinopsis:
1845. André de Castronavea regresa, doctorado en
Leyes, al pazo gallego que lo vio nacer. El reencuentro con su familia le
produce una felicidad inmensa, pero su mayor anhelo es ver a Iria, la
hermanastra de su padre, poco mayor que él. Ya en su cuarto, André la ve
aparecer y ella, llevada por la emoción, le besa inesperadamente. Ese beso
desatará los sentimientos enjaulados, y, mientras la relación imposible entre
ellos se desborda, André descubrirá que no todo es alegría en el pazo: don
Isidro Ordas, un empresario de Ponferrada, ha abierto minas en las tierras de
los Castronavea.
Así, la lucha por el control de la tierra, los amores y
envidias de sus hermanos, el legado de su implacable abuelo Dositeu y el
enfrentamiento inevitable con los Ordas se entrelazan en un huracán que exigirá
sangre, arrojo y una lucha encarnizada por prevalecer.
Opinión:
Fue hace ya cinco años, en 2019, cuando de la mano de Editorial Planeta descubríamos las pericias de Clara Belmonte y don Diego, Duque de Castamar durante el reinado de Felipe V. La extraordinaria novela
La cocinera de Castamar, fue un éxito que posteriormente se llevó a la televisión y nos descubrió a un escritor que sin duda nos sedujo con su manera de narrar y sus tramas literarias.
Estaba claro que había que seguirle la pista de cerca, como quedó demostrado con
Los diez escalones, novela donde el autor madrileño nos llevo a la Castilla del medievo, reconociendo en sus páginas una época oscura, de traiciones y luchas internas, con grandes secretos de por medio.
Tras estos dos primeros éxitos y una trayectoria ya labrada con un estilo y una manera de narrar y describir propias impecables, esperábamos con ansia su nueva novela: Antes se secará la tierra.
La novela está dividida en cinco partes, que contienen un total de 30 capítulos y un epílogo final. Está narrada en tercera persona. Se agradecen los planos de la zona y los árboles genealógicos de las dos familias protagonistas, los Castronavea y los Ordás.
Fernando J. Múñez nos lleva en esta ocasión a Ourense en 1845, después de que la pobreza y la dureza de la vida golpeara Galicia y España entera, nuevos cambios políticos se auguran con el reinado de Isabel II y la presidencia del general Narváez.
André Castronavea regresa de Salamanca al Pazo de As Airas tras acabar su doctorado en Derecho. Lo esperan su madre Cristina, su padre Amaro, su hermano Amil, sus hermanas Basilisa y Matilda y su querida y especial tía Iria. No solo ellos, todo un imperio le espera, pues los Castronavea arrendaron tierras y tenían las explotaciones más importantes de la zona de cultivo y ganadería y pese a las dificultades con las Guerras carlistas y a que mucha gente emigró a América, ellos persistieron exportando a Portugal, Inglaterra y comerciando con el resto de España. Don Dositeu, el abuelo, sigue al mando del Pazo, ya sabéis genio y figura.
Al estilo Scarlett O'Hara, en Lo que el viento se llevó, su tata Celsa le hacía hincapié a André antes de marchar que recordase siempre sus orígenes, porque tal y como dice el epígrafe que nos proporciona el autor, también en referencia a la citada película, "la tierra es lo único por lo que vale la pena trabajar, por lo que vale la pena morir, porque es lo único que perdura".
La recreación de la zona que realiza el autor me parece muy acertada, la ambientación de Galicia con sus brumas, sus cebrinas y su orballo, así como sus figuras mitológicas, encarnadas en la capataz de los Castronavea, Quinta, que tiene algo de meiga.
Cerca de Ourense, en Ponferrada habitan los Ordás, encabezados por Don Isidro y su hijo Sebastián. Los Ordás son los mayores propietarios de las minas de carbón, un negocio en expansión con la llegada del futuro ferrocarril y mantiene un contencioso con los Castronavea por la concesión de unas minas de carbón que les han concedido a los Ordás en las tierras de Rubiana pero que pertenecen a los Castronavea. El contencioso fue ganado por los Ordás (con sospechas de compra de jueces) ya que según el decreto de 1825 estaban permitidas realizar prospecciones en tierras privadas porque el subsuelo se considera propiedad de la corona.
Esto supone un enfrentamiento constante entre las dos familias y la situación provoca un accidente en las minas, que lejos de suponer el fin de la historia, será el inicio de una batalla entre los Castronavea y los Ordás.
Los secretos y los relaciones entre las dos familias tradicionales, cuando además dos de sus hijos se quieren en secreto (Basilisa y Sebastián), van a aumentar los conflictos y van a provocar intensas situaciones y traiciones que estoy seguro el lector va a devorar. Nos plantearemos aquello de a la familia se la elige o nos viene dada, pero lo importante es sobrevivir y no perder las raíces.
Sin duda todo ello nos ofrece una visión que para mi es muy cinematográfica, me imagino las escenas, por lo que espero que al igual que pasó con La cocinera de Castamar, pronto alguien se haga con sus derechos para llevarla a la gran pantalla.
Antes se secará la tierra es una novela de encuentros y desencuentros familiares, de pasión y de traición entre dos familias cuyos destinos están entrecruzados.
Valoración: 9 / 10 Sobresaliente
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Fíjate, que ayer lo vi en el perfil de Ig de Rodolfo Sancho, por lo visto es amigo del escritor.
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