Una joven repostera descubrirá el poder de la flor
negra. Nadie puede resistirse a la fragancia de la vainilla.
Un viaje desde las confiterías de la corte de
Alfonso XII hasta el esplendor de los cafés de la Viena imperial.
Madrid, 1877. La joven Celia Gross trabaja en la
exclusiva confitería La Perla, encargada de elaborar los postres de la boda del
rey Alfonso XII. A causa de la precaria situación económica de su familia,
Celia se casa con un comerciante austríaco, un viejo amigo de los Gross. Juntos
emprenden un viaje a la isla Reunión, donde la joven descubrirá la preciada
vainilla Bourbony sus múltiples virtudes. Las circunstancias adversas obligan a
Celia a regresar a Europa, donde hará realidad su sueño de formarse en las
mejores pastelerías de Viena y descubrirá las misteriosas circunstancias de la
muerte de su padre
De la joven escritora catalana Marta Gracia dicen que es la autora revelación de la novela histórica romántica. Prueba de ello son sus anteriores creaciones Agujas de Papel o El viaje de la libélula, ambas exitosas.
La musa de la flor negra sigue en esa línea que tan bien se le da a la autora.
En esta ocasión nos transporta a través de la joven Celia Gross, al Madrid de 1877 bajo el reinado de Alfonso XII y a la Viena imperial de aquellos tiempos. También viajaremos hasta la Isla Reunión, para conocer las mejores esencias del momento y motivados en la búsqueda de información del pasado de nuestra protagonista.
Todos estos escenarios nos aportaran detalles históricos que Marta Gracia a cuidado mucho para mostrar con la máxima fidelidad y el más mínimo detalle, la ambientación y los problemas que se daban en aquella época.
La novela está dividida en tres partes y contiene 43 capítulos y un epílogo. Está narrada en tercera persona.
La novela da comienzo con una Celia Gross que se deja la piel trabajando en la madrileña confitería La Perla, proveedora de dulces de la casa real, para ayudar en casa, pues su madre, una gran cantante de ópera en el pasado, pasa por un mal momento y no llega a fin de mes cantando en tugurios y dando clases de canto. Su padre Klaus Gross que viajaba contratando plantaciones de azúcar y especias en Isla Reunión, se suicidó aparentemente después de unas malas inversiones en la banca austriaca y la caída de la bolsa de 1873.
Trabajando bajo el yugo del Sr. Carranza, Celia conoce al cochero real, Diego Sáiz, con el que mantiene distancias a pesar de lo atento y solicito que se muestra con la joven Celia.
Alfonso XII se casa con Mercedes de Orleans y La Perla será la encargada de los postres nupciales.
A través de Elena Sanz, reputada cantante, amante del rey y de la que Celia es ahijada, conoce a Gustav Wolf, que fue amigo de su padre y este le propone matrimonio. Celia se embarcará con Gustav a las Islas Reunión para conocer más de la vida de su padre. Allí descubrirá las esencias más aromáticas y la vainilla más valiosa, aprenderá de su cultivo y de sus cuidados.
Las circunstancias hacen que deba regresar a Madrid, donde la Reina ha muerto. Celia tiene un nuevo objetivo, crear en Madrid un café Vienés e investigar sobre la muerte de su padre. Para ello viaja a Austria, donde intentará aprender las mejores recetas de pasteles que están triunfando allí, como la tarta Sacher e introducir las esencias que está creando en Isla Reunión. Descubrirá todo un entramado de falsificadores de productos y la verdad sobre la muerte de su padre.
Veremos si el sueño de Celia Gross puede llevarse a cabo, abrir el primer café Vienés llevando los aires austriacos a Madrid que van llegando gracias también a la nueva reina. Con todo lo que Celia ha aprendido en Viena y con grandes creaciones nuevas como su postre estrella "La flor negra", parece que el éxito puede estar asegurado.
Los olores de esencias y en especial de la vainilla se filtran al lector a través de las hojas de la novela de Marta Gracia.
Si queréis descubrir la apasionante historia de Celia Gross y conocer la receta del triunfal postre, deberéis llegar hasta el final de la novela.
Valoración: 8 / 10 Notable
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Me gusta lo que cuentas. Apuntadita me la llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gusta una buena novela romántica histórica y, por lo que nos comentas en tu reseña, merece la pena leerla. Un abrazo.
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