Autor: Manel Loureiro
Del autor:
Manel Loureiro (Pontevedra, 1975) es un escritor, abogado y presentador de televisión, que además ha trabajado como guionista en numerosos proyectos.
Su primera novela, Apocalipsis Z. El principio del fin, comenzó como un blog en Internet que escribía en sus ratos libres. El blog se transformó en un fenómeno viral y la novela fue publicada en 2007, convirtiéndose en un best seller.
Sus siguientes obras, Los días oscuros, La ira de los justos, El último pasajero, Fulgor y Veinte, han sido un éxito de ventas tanto en España como en otros muchos países del mundo.
Su última novela,
La Puerta, con más de 100.000 lectores, le ha consolidado como un autor de
referencia en el panorama literario español e internacional.
Tras ser víctima de un salvaje atentado, Laura pierde completamente la memoria. Solo el cariño de Carlos, el hombre del que se ha enamorado, le ayuda a percibir destellos de su misterioso pasado. Pero ¿quién es Laura? ¿Qué le sucedió? Durante una cena romántica, Carlos desaparece de forma inexplicable y sin dejar rastro. Una llamada al móvil de la joven le anuncia que, si quiere volver a ver con vida a su pareja, tendrá que aceptar un peligroso reto de insospechadas consecuencias: robar las reliquias del Apóstol en la catedral de Santiago.
Sin dudar un segundo, Laura se embarca en una misión imposible para cualquiera. Pero ella no es cualquiera.
De Manel Loureiro ya teníamos referencias en este blog. Su última novela, el thriller La puerta, que fue un gran éxito, nos sitúa en la Galicia rural y la cubre un halo de misticismo que la propia Galicia ya trae "per se".
Por estas razones esperábamos como oro en paño la nueva obra del autor gallego. Sinceramente, la esperaba en la misma línea, mezcla de thriller con misticismo, y en parte lo he encontrado, aunque el resultado final, personalmente, no me ha acabado de convencer del todo. Os cuento porqué: por un lado ir a leer una novela con ciertas expectativas por parte del lector, a veces no es bueno, y por otro está bien que un autor cambie de tercios, pero estos deben ser creíbles, y en mi humilde opinión, las situaciones que se viven en la novela no lo son, no me convencen.
La novela está formada por 39 capítulos y un epílogo, y narrada en tercera persona. Nos sitúa en la bella Santiago de Compostela, principalmente, aunque también en Rusia. El lector va a disfrutar de las descripciones de la catedral y sus alrededores.
El comienzo nos presenta a una Laura Plaza, nuestra protagonista madrileña, de 41 años que, junto a su pareja Carlos Posadas, se dirige a Piedrafita do Cebreiro para realizar el camino de Santiago: un tramo muy clásico, en el que uno espera encontrar el misticismo o realismo mágico, porque el Camino tiene ese halo de magia por sí mismo.
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| Catedral de Santiago de Compostela |
Nada más llegar a la posada del pueblo, Laura debe atender una llamada y sale al exterior. A su regreso Carlos ha desaparecido, y todo el mundo parece haberse confabulado para hacerle creer que Carlos es una invención suya y que ella había llegado sola al lugar.
Laura padece la llamada amnesia retrógrada, diagnóstico utilizado ya frecuentemente en otros thrillers, por haber sido víctima de un atentado presuntamente islamista en la basílica de Guadalupe (México).
Laura recupera la memoria poco a poco, para encajar las piezas del puzzle. Recibe unas misteriosas llamadas telefónicas de un tal Arcángel. Si quiere que mantengan con vida a Carlos, que ha sido secuestrado, le instan a robar algo muy importante.
Empezamos aquí a hurgar en el pasado de Laura, y es aquí donde, para mí, la historia empieza a parecerme inverosímil: el pasado de Laura no es otro que el de pertenecer a una escuela de células durmientes entrenadas por la URSS, a la que llaman El Nido, donde secuestran a chicos y chicas de diferentes partes del mundo con elevadas capacidades intelectuales y los mejores atributos genéticos para realizar las acciones que le interesan a la Unión Soviética. En mi humilde parecer, la encuentro una historia rebuscada, que hace que no llegue a conectar con la novela.
El thriller sigue dando más giros imprevisibles, que no desvelo para mantener la intriga del lector.
Sin tener en cuenta mis percepciones, La ladrona de huesos tiene
una trama de lectura amena, que atrapa al lector desde el principio, con un ritmo
ágil y muy fluido. He llegado a conectar con el misticismo del Camino de
Santiago y su Catedral. Es un thriller muy apropiado para esta época del año,
en la que procuramos relajarnos, en la playa o en el destino que elijamos para
pasar nuestras vacaciones. Sin embargo, me dejó un sabor agridulce, lo que no
impide que otros lectores apasionados por este género literario quieran
disfrutar con la última novela publicada por Manel Loureiro.
¡Hola! No conocía ni el autor ni el libro, pero me ha picado mucho la curiosidad, así que me lo llevo apuntado.
ResponderEliminarBesos :)
Vaya con los soviéticos, qué malos son. Perdona, pero es que me pasa casi como me ocurría con las pelis de guerra de la IIª guerra mundial, que los alemanes siempre aparecían de malos malísimos y yo pues me hacía partidario suyo aun sabiendo que eso no era lo correcto. Pues ahora desde lo de Ucrania y la insania (con razón, que conste) con que se trata al país de Putin me ocurre algo parecido, que me empiezan a caer no tan antipáticos. pero sé que me equivoco, lo confieso.
ResponderEliminarUn abrazo
He leído varias reseñas y conozco al autor de sus libros de zombies, me da mucha curiosidad, la verdad.
ResponderEliminarBesitos.
Decir Camino de Santiago ya hace que le coja interés.
ResponderEliminarHay algo en La ladrona de huesos que no me termina de convencer, por lo que deduzco de tu reseña, sobre todo en lo que se refiere a situaciones inverosímiles. Me atrae más La puerta; de hecho, la leeré en agosto. Un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad es que no me llama la atención, pero si que se me han venido a la mente un par de personas a las que se lo podría regalar. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarNos leemos