1. La ciudad y sus muros inciertos, de Haruki Murakami. Tusquets Editores.
Poco se imagina el joven protagonista de esta novela
que la chica de la que se ha enamorado está a punto de desaparecer de su vida.
Se han conocido durante un concurso entre estudiantes de diferentes institutos,
y no pueden verse muy a menudo. En sus encuentros, sentados bajo la glicinia de
un parque o paseando a orillas de un río, la joven empieza a hablarle de una
extraña ciudad amurallada, situada, al parecer, en otro mundo; poco a poco,
ella acaba confesándole su inquietante sensación de que su verdadero yo se
halla en esa misteriosa ciudad. De pronto, entrado el otoño, el protagonista
recibe una carta de ella que quizá suponga una despedida, y eso lo sume en una
profunda tristeza. Tendrán que pasar años antes de que pueda atisbar alguna
posibilidad de reencontrarla.
Y sin
embargo, esa ciudad, tal y como ella la describió, existe. Porque todo es
posible en este asombroso universo donde la realidad, la identidad, los sueños
y las sombras fluctúan y escapan a los rígidos límites de la lógica.
2. Peces abisales, de Rosa Ribas. Tusquets Editores.
¿Cómo contar los momentos que iluminaron nuestra
infancia, o los que nos acomplejaron en nuestra adolescencia? ¿Cómo dar cuenta
de algunos pequeños descubrimientos que luego fueron importantes? ¿O de las
historias de terror que sirvieron de rito de paso? ¿Cómo transmitir la
convivencia con cuatro generaciones de una misma familia? ¿Cómo explicar
nuestra mirada y experiencia cuando hemos pasado la mitad de la vida en otro
país y en otra lengua? Este emocionante libro de Rosa Ribas nos descubre que
todo ello, y mucho más, puede contarse, y hallar sentido, cuando descubrimos la
panoplia de recursos, géneros y precedentes que la tradición narrativa pone a
nuestra disposición. Descubrimos así cómo contar solo con sutiles detalles las
experiencias de una niña zurda, compadecer con risas las vivencias de una
adolescente miope, o entender, con algunos equívocos lingüísticos, lo que
significa para una adulta residir en otra cultura. A la vez que recorremos
enseñanzas literarias adquiridas a lo largo de la vida, pero en realidad
asistimos a un emocionante, irónico y doloroso relato de iniciación en forma de
memorias.
3. Mosturito, de Daniel Ruiz. Tusquets Editores.
Mosturito crece en un barrio periférico de una
ciudad andaluza. Hijo de un padre maltratador que cumple condena, vive con la
Tata, su tía, una mujer entrada en carnes y adicta al alcohol, que arrastra su
propio historial de desengaños. Hasta ahora, Mosturito ha vivido anclado en ese
barrio problemático, esquivando junto a su peculiar pandilla a los matones de
la zona, que no dejan pasar ocasión de meterse con el muchacho. Sin embargo,
una excursión fuera de los dominios habituales le llevará a conocer a un grupo
de chicos que le van a descubrir un mundo nuevo, en el que las familias no
pasan apuros para llegar a fin de mes. Eso sí, juntos deberán sortear algunos
de los peligros que asolan las ciudades de los años ochenta, como la
devastadora epidemia de heroína. También aprenderá a sobrellevar los primeros
desengaños amorosos, y a vencer su complejo físico para hacerse con un lugar en
su nueva cuadrilla. Un salvaje y peculiar relato de iniciación con punkis,
mansiones encantadas y vírgenes que se aparecen en la pared.
4. Una mente infinita, de Antonio L. Flores Galea. Tusquets Editores.
Un fantasma recorre nuestro presente: la
inteligencia artificial. Desde finales de 2022, las herramientas digitales que
permiten simular, expandir o complementar la inteligencia humana muestran una
vertiginosa evolución cuyos beneficios y potenciales riesgos para nuestra
especie parecen hoy en día imprevisibles. Aunque el concepto es aún algo
difuso, cabe definir la inteligencia artificial como la capacidad que el ser
humano ha otorgado a determinadas máquinas de aprender, razonar y comprender
conceptos. Una mente infinita nos brinda un recorrido comprensible y riguroso
por la historia, los procedimientos, la arquitectura tecnológica y los desafíos
de toda índole, también éticos y sociales, que se ocultan tras este salto de
gigante de la humanidad hacia un futuro lleno de incógnitas.
5. Los rieles, de Aurora Venturini. Tusquets Editores.
Lo cotidiano y lo esotérico se dan la mano en la última novela publicada en vida por Venturini, un descenso a las secuelas que le dejó un accidente doméstico. El percance la llevó a una cama de hospital, y describe cómo tuvo que aprender a caminar y a hablar o a comer de nuevo, un particular paso por el infierno que incluye su encuentro con los seres que allí habitan. Como dice Mariana Enriquez: «si en Las primas es la niña pobre y monstruosa y en Nosotros, los Caserta, la chica brillante que buscaba el origen de su rareza en la genealogía, en Los rieles es la anciana escritora ante la muerte». Compuesta cuando Venturini tenía noventa años, comparte la escritura enfebrecida y desatada de las dos novelas previas, y el gusto por alterar el lenguaje para dotarlo de una simpleza que desarma al que se acerca. De paso, también la propia biografía, en la que, como un reflejo de esos espejos ondulantes, el relato devuelve una vida contrahecha, ajena y fabulosa a un tiempo. Una obra extravagante —igual que la vida de la autora—, brillante y atroz, que rememora, desde la decadencia física de la vejez, algunos episodios peculiares de su juventud.
6. El fotógrafo de Auschwitz, de Luca Crippa y Maurizio Onnis. Espasa.
Polonia, 1939. Cuando el fotógrafo profesional
Wilhelm Brasse es deportado a Auschwitz-Birkenau, se ve forzado a tomar
«fotografías de identidad» de los prisioneros cuando llegan en tren. En una
carrera mortal por la supervivencia, también deberá retratar a los guardias
nazis y documentar los «experimentos» médicos inhumanos dirigidos por Josef
Mengele, que lo marcarán para siempre.
Basada en la vida real de Wilhelm Brasse, El
fotógrafo de Auschwitz es un crudo recordatorio en blanco y negro de los
horrores del Holocausto. Esta conmovedora obra lleva a los lectores tras las
alambradas del campo de concentración más temido del mundo, dando vida a
Brasse, quien tuvo que hacer clic en el botón del obturador miles de veces
antes de lograr unirse a la Resistencia.
7. Bajo la luz del eclipse, de Mercedes de Vega. Espasa.
En 1937, Mitxel deja Guernica para unirse al Ejército de Euskadi en la defensa de Bilbao. Poco sabe de una guerra que lo dejará sin madre, sin hermano y sin casa, y que guiará sus pasos hasta Mora de Toledo.
Allí María es la única superviviente de su familia. Nunca olvidará al joven miliciano que le arrancó a su hermano de los brazos. Desde 1937 hasta 1977, de la Guerra Civil a las elecciones generales tras el franquismo, las vidas de Mitxel y María se van entrelazando mientras recorren, sin conseguir olvidar sus pérdidas, su dolor, la historia de un país marcado por un conflicto que todos, de una u otra manera, acabaron perdiendo.
Radio España Independiente, la emisora del PCE en el
exilio y la ciudad de Bucarest también serán testigos del dramático acontecer
de los dos protagonistas durante la Guerra Fría y el gobierno de Nicolae
Ceausescu, cuya policía política, la Securitate, provocará un imprevisto
desenlace.
8. Elogio de las manos, de Jesús Carrasco. Seix Barral. Premio Biblioteca Breve 2024.
En el año 2011, el narrador de esta novela y su
familia llegaron, de un modo azaroso, a una vivienda casi en ruinas situada en
un pequeño pueblo del sur de España. Un acuerdo con el propietario les
permitiría hacer uso de ella mientras él encontraba financiación para construir
allí unos apartamentos. Era solo cuestión de tiempo que la casa fuera
derribada. Sin embargo, durante los años siguientes, pasaron largos periodos en
ella, reparándola con sus propias manos, transformándola en un acogedor lugar
de encuentro y celebración.
Allí recibieron
a vecinos y amigos; con ellos compartieron comida, música, trabajo y risa. Allí
la familia llegó a convivir con una docena de gallinas, varios caballos y
burros, dos perros y algún ratón. Nunca perdieron de vista que terminarían
llegando las máquinas excavadoras, lo que convirtió la experiencia en aquella
casa en una elocuente metáfora de la vida: nos entregamos a ella aun sabiendo
que termina.
Elogio de
las manos es una novela tan extraordinaria como la peripecia vital de sus
protagonistas, una historia en la que caben la aventura, la reflexión y el
recuerdo. Con el talento expresivo que le caracteriza, Jesús Carrasco logra que
la vida se cuele entre sus páginas, demostrando que la profundidad no está
reñida con la ligereza y que ambas pueden iluminar un libro inolvidable.
Gracias por la info!
ResponderEliminarBesotes!!
Pues la verdad es que veo ahí muchas interesantes.
ResponderEliminarUn besito.
Mosturito es fantástica. Y el de Jesús Carrasco me gustaría leerlo. Besos
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