Nos encontramos ante una novela negra, un thriller adictivo con intriga y suspense asegurado, pero con un "plus" : conocer parte de la historia de la ciudad, pues la aparición de una estatuilla de bronce dedicada al Dios Melkart en las cercanías de Sancti Petri, donde se supone que puede estar el Templo de Hércules, acercará al lector el pasado fenicio de Cádiz.
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Islote de Sancti Petri |
Más allá de esto, también descubriremos otras localizaciones históricas como la batería de Urrutia o la de San Genís, unas fortificaciones de carácter defensivo claves en la batalla de Chiclana, también llamada de La Barrosa, contra las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia Española (1808-1914), el sitio donde yacen los restos del Fougueux, uno de los navíos franceses más importantes que naufragó en la zona, así como otros aspectos místicos como los siete puntos mágicos de Chiclana, atalayas desde donde observar la zona de una manera privilegiada.
Me ha encantado que la autora mezcle hechos verídicos en su novela, pues cinco estatuillas fueron encontradas verdaderamente en dicho sitio en 1984, y para mi le da un aporte muy enriquecedor que hace que no estemos solo ante el típico thriller.
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Estatuílla de Melkart |
La novela está formada por 53 capítulos divididos en 4 partes. En el inicio de cada capítulo se indica quién es el personaje que protagoniza los hechos que se están narrando, siempre en tercera persona. Temporalmente la historia va a suceder en un mes, de Febrero a Marzo, aunque algún capítulo nos traslade tres meses después.
El hambre del pelícano, por cierto título muy apropiado, inicia de una manera muy abrupta: una joven se suicida en los acantilados de Sancti Petri.
El camarero del restaurante Los Pescadores, Alfredo Sierra, que vive con su madre Rosita, fue el último que tuvo contacto con la joven, llamada Sofía. El teniente Castillo de la Guardia Civil deberá hacerse cargo del caso, que parece muy complicado por lo misterioso del asunto y los pocos datos que se pueden extraer, pues el cadáver presenta quemaduras en los dedos y una marca alrededor del cuello, únicamente. Parece que el testimonio de Alfredo, puede ser clave.
A partir de aquí iremos conociendo quién era Sofía, una joven fotógrafa, muy activa en redes sociales, que se dedicada a la investigación por encargo, junto a Tony, con el que tiene una relación bastante tóxica.
Por otro lado conoceremos a Luz y Rodrigo, un matrimonio con dos hijos (Alejandra y Pablo), que se están dando una segunda oportunidad y que acaban de comprar Villa Adolfo, para intentar salvar su situación personal. Luz aún tiene recelos sobre Rodrigo y contrata a Sofía para que le siga y así saber si Rodrigo vuelve a serle infiel.
Villa Adolfo tiene algo de fantasmal. En ella habitaba un anciano con síndrome de Diógenes que ha sido internado en una residencia, y algo hay en la casa que pone los pelos de punta. Reformando la casa Rodrigo encuentra emparedada una estatuilla de bronce del Dios Melkart, perteneciente al pasado fenicio de la ciudad, y comienza el dilema, porque según la ley debería declararla al Estado, pero ¿Qué haría usted si se encontrase con una estatuilla probablemente valorada en millones de euros en su casa?.
A partir de aquí las historias se entrelazan y se complican a ritmo frenético, y disfrutaremos de las situaciones desesperadas a las que son sometidos personajes aparentemente normales. Veremos si se cumple aquel dicho popular de: la avaricia rompe el saco.
El hambre del pelícano es un thriller adictivo que nos acerca al pasado fenicio de la ciudad de Cádiz.
Valoración: 8 / 10 Notable
Es un thriller interesante. Me gusta lo que nos comentas sobre la introducción de información histórica, lo que se agradece, porque la relación que puedan tener con los episodios de la novela. Un abrazo.
ResponderEliminarPues tiene muy buena pinta y que se desarrolle cerquita de donde vivo es un aliciente más.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues esta sí la he leído y a ver si puedo reseñarla antes de irme de vacaciones. Yo disfruto con las novelas de esta chica. Me parece que cumplen su función y además, en esta en concreto, he aprendido mucho. Besos
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