1. El primer caso de Unamuno, de Luis García Jambrina. Alfaguara.
En el crudo diciembre de 1905, Enrique Maldonado, propietario de las tierras del municipio salamantino de Boada y cacique local, aparece brutalmente apuñalado en las afueras del pueblo. Los vecinos son los principales sospechosos de haberle dado muerte y Unamuno, que escribió un artículo incendiario para denunciar las condiciones de vida de los campesinos boadenses, decide investigar el crimen con la ayuda de Manuel Rivera, abogado defensor de los detenidos, y Teresa Maragall, una misteriosa anarquista.
Conforme vayan apareciendo nuevos cadáveres, el
perfil público de Unamuno como intelectual de renombre y polémico rector de la
Universidad de Salamanca se verá dividido entre sus valedores y sus
detractores, y su carácter indomable se topará con el poder y sus insidias,
dificultando las pesquisas y poniendo en peligro muchas vidas, entre ellas la
suya.
2. Metempsicosis, de Rodrigo Rey Rosa. Alfaguara.
Un escritor despierta en un cuarto amplio con grandes ventanas que dan al mar, una habitación blanca y tranquila de la que no puede salir. Está en un hospital psiquiátrico en Grecia y no recuerda nada, pero en su mesita de noche encuentra un manuscrito que explica cómo llegó hasta ahí. Había pasado varios días deambulando por Atenas, empeñado en traducir unos antiguos documentos protegidos por dos hermanos siniestros y conversando sobre la vida después de la muerte con un vagabundo vestido con túnica de filósofo en pleno invierno.
Cuando finalmente mejora, su psiquiatra decide mandarles a él y a un viejo conocido a investigar una religión antiquísima y perseguida que predica la migración de las almas. En ese ámbito del mundo cabría volver a creer en la vida eterna, pero el amor de la joven Jaín puede poner en riesgo hasta la mente más cuerda.
3. Lo que sabe la señorita Kim, de Cho Nam-joo. Alfaguara.
Las ocho mujeres que protagonizan estos relatos tienen edades muy dispares, pero todas se enfrentan a grandes desafíos: el machismo que las circunda a diario, la familia que las silencia, el medio laboral que las discrimina, algunas amistades inconsistentes o el imparable paso del tiempo. En el trasfondo de cada una de estas historias acecha la idea de que cualquiera de ellas pueda ser intercambiable por otra, aniquilando así toda forma de individualidad femenina y convirtiéndolas a todas en una anónima señorita Kim, el apellido más común del país: un personaje fantasmagórico y omnipresente que carga con todas las injusticias que pesan sobre las mujeres en la sociedad contemporánea.
Lo que sabe la señorita Kim esboza un fresco
feminista de Corea del Sur a través de la prosa magistral y afilada de Cho
Nam-joo, a quien la crítica considera ya un referente de la lucha de las
mujeres y la voz más importante que ha surgido en Asia en los últimos años.
4. El caballo dorado, de Sergio Ramírez. Alfaguara.
Esta es la historia de una princesa de la nobleza
rural de los Cárpatos que llevaba una férula ajustada con tornillos de cabeza
avellanada y correas de vaqueta en la pierna izquierda. De un peluquero
escultor de caballos, de barba frondosa abierta en dos alas, que creía haber
inventado el carrusel. De un factor de comercio, también de barba frondosa en
dos alas, que se creía hijo del emperador Maximiliano. Y de un cocinero
hablantín y marrullero que salvó de morir a un dictador. El peluquero inventor
termina sus días envenenado y su cadáver es lanzado al fondo de un río. El
factor de comercio termina los suyos frente a un pelotón de fusilamiento. Y el
cocinero tiene su fin arrastrado por una embravecida corriente de lluvia, en
estado de ebriedad. Empieza en 1905 en la aldea de Siret, entonces territorio
del Imperio austrohúngaro, y acaba en Managua en 1917, bajo la ocupación
militar de los Estados Unidos, con una conspiración de final inesperado.
5. Al final de la noche, de Nir Baram. Alfaguara.
Un escritor acude a un festival literario de una ciudad mexicana y, cuando acaba, se encuentra incapaz de volver a Tel Aviv, donde le espera su familia. Desorientado y ebrio, pasa los siguientes días deambulando por la ciudad y participando en sus fiestas, y cuando le preguntan por qué no regresa a su casa, solo halla una respuesta: su amigo Yoel ha fallecido.
Sin embargo, Yoel sigue vivo. Asolado por los
recuerdos, revisa ahora su amistad con el compañero junto al que vivió las
primeras ilusiones, los desencantos, las tragedias familiares y políticas, y la
entrada en la edad adulta, pero con quien, desde hace un tiempo, apenas se
habla. ¿Por qué lo da por muerto? En el centro de este misterio residen los
fantasmas de una relación tempestuosa: dos vidas desarrolladas entre los
escombros de conflictos demasiado adultos y silencios imposibles, a los que
tendrá que enfrentarse si algún día quiere volver a su hogar.
6. El vacío en el que flotas, de Jorge Franco. Alfaguara.
La explosión de una bomba y la desaparición de un
niño trenzarán de manera ineludible el drama de los protagonistas de El vacío
en el que flotas, y entonces seremos testigos —en este juego de ficciones en el
que una historia parece desarrollarse dentro de otra, como en un set de muñecas
rusas— de tres relatos que comparten un mismo personaje. En el primero, una
joven pareja pierde a su hijo pequeño en un atentado terrorista: la madre
sobrevive, pero del niño no queda ningún rastro. En el segundo, un joven y
desconocido escritor gana un importante premio literario: ahora disfruta y
padece la fama lejos del hombre que lo crio, un ser enigmático pero lleno de
compasión y ternura, una especie de artista de la noche que, ataviado de mujer,
siempre aspiró a dedicarse a cantar en su propio cabaré. Y en el tercero, aquel
hombre que se busca la vida, y a veces se viste de mujer, de repente llega a su
pensión con un niño perdido: explica que los padres del pequeño murieron en un
accidente y que él debe cuidarlo, porque es su única familia. Así, las tres
historias se van entrecruzando, emergiendo unas de otras, para provocar una
lectura intensa e llena de intriga que se pregunta por aquellos que nos dejan
con el peso de su ausencia.
7. El enigma Paco de Lucía, de César Suárez. Lumen.
Su guitarra, decía su amigo Manolo Sanlúcar, «encanta al que no sabe y vuelve loco al que sabe». Su compleja personalidad le convirtió en un genio de la música admirado en todo el mundo, pero también en un hombre angustiado y lleno de dudas. ¿Qué hay tras la mirada enigmática del mejor músico flamenco de la historia?
Paco de Lucía aprendió a tocar la guitarra en su casa gracias a su padre, que elaboró un ambicioso plan al estilo del que Leopold Mozart llevó a cabo con su hijo. Pronto se convirtió en un virtuoso que superó a todos sus maestros e hizo su primera gira mundial con solo catorce años. Formó una pareja mítica con el cantaor Camarón de la Isla y expandió los límites del flamenco hacia lugares inimaginables. Ídolo a su pesar, en la furia de su toque está a la vez la búsqueda y la huida de sí mismo.
Cuando se cumplen diez años de su inesperada muerte en Playa del Carmen (México), César Suárez recorre en El enigma Paco de Lucía los principales sucesos de su vida con un enfoque narrativo, aportando material inédito y profundizando en las razones de su permanente insatisfacción y su extrema sensibilidad.
8. La tierra más salvaje, de Lauren Groff. Lumen.
Una sirvienta escapa de un asentamiento inglés del
siglo XVII y se adentra en el aún salvaje territorio norteamericano. Carece
incluso de nombre, pero la guían su ingenio, su fe y la imperiosa voluntad de
alejarse de un terrible e inexplicable suceso. Lo que encontrará en esa tierra
hermosa y brutal sobrepasará los límites de su propia imaginación y hará que se
tambaleen sus creencias y todo lo que había aprendido de la civilización. Un
viaje poderoso y emocionante a lo desconocido y hacia la emancipación con el
que Lauren Groff reflexiona sobre nuestra capacidad de adaptación y
supervivencia al entorno.
9. Mistral. Una vida, de Elizabeth Horan. Lumen.
Mistral. Una vida es la biografía más completa hasta la fecha de una poeta esencial de la literatura moderna. Elizabeth Horan, reconocida especialista en la premio Nobel, reconstruye sus pasos a partir de la lúcida revisión del archivo personal de la autora, cuya impresionante correspondencia le permite indagar en sus errancias, dolores y pasiones, pero sobre todo en su carácter incomparable. Su infancia en Elqui, sus afectos y alianzas clave, sus años como profesora en distintas ciudades de Chile, sus vínculos con Argentina, su relación íntima con Laura Rodig, su temprano contacto con Neruda y otros destacados escritores y políticos chilenos son expuestos con detalle en este proyecto colosal.
Una investigación minuciosa de largo aliento que
muestra aspectos poco conocidos de la biografía de Mistral y repasa sus
vicisitudes así como el trato con su círculo más cercano. Un título
imprescindible para redescubrir a esta gran autora chilena que se revela ante
todo como una férrea voluntad, como alguien que supo moverse con astucia y
firmeza en un mundo adverso para llegar a ser quien se propuso.
10. La trilogía de París, de Colombe Schneck. Lumen.
Una adolescente de buena familia debe hacer frente a un embarazo indeseado. Una amiga muere, tras toda una vida de camaradería. Una mujer se enamora a los cincuenta, pero siente las mismas angustias que la han acompañado desde siempre. La trilogía de París retrata una ciudad en la que, después de mayo del 68, las niñas ricas y liberales creen haberlo conseguido todo, aunque continúan dedicando su tiempo a fantasear sobre qué hombres las amarán. Una urbe en la que la alta burguesía, a pesar de ser cosmopolita, chic y despreocupada, se afana en esconder bajo la alfombra sus miedos y su aburrimiento. Pero, sobre todo, esta trilogía recorre de manera elegante y muy personal tres acontecimientos que jalonan la vida de Colombe Schneck y que podrían reflejar a su vez la de cualquier mujer: un aborto, que marcará la relación con la sexualidad y el propio cuerpo; una amistad, que definirá el vínculo que se establece entre dos iguales, y un amor, o la eterna búsqueda de unión con el otro.
La inteligencia brilla con tanta frescura que
abruma: irreverente, profunda, conmovedora, icónica e irónica, Colombe Schneck
escribe con la hiriente vitalidad de las más grandes autoras francesas.
De estas no me atrae ninguna, pero mucho mejor xD
ResponderEliminarde los libros que mencionas me llaman la atencion Lo que sabe la señorita Kim, así que me lo anoto. saludos
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