martes, 27 de marzo de 2018

Platero y yo (Juan Ramón Jiménez)


Título: Platero y yo
Autor:  Juan Ramón Jiménez
Editorial: Anaya
Año:1985
Nº de páginas: 231
ISBN: 84-207-2636-2

Del autor:

Juan Ramón Jiménez nació el 23 de diciembre de 1881 en Moguer, Huelva, en el seno de una familia de ricos comerciantes.


De joven pensó en dedicarse a la pintura, pero cuando un periódico publicó sus primeros versos, se decidió por la poesía. Cursó estudios en la Universidad de Sevilla.

Profundamente conmovido por los poemas de Rubén Darío en su juventud, fue también un apasionado por la lectura de los poetas del simbolismo francés. En 1900 llegó a Madrid, donde fue amigo de Darío y Valle-Inclán. En ese mismo año murió su padre y sufre una gran depresión. Después de pasar por diversos sanatorios regresó a Moguer, donde se dedicó a leer y a escribir. También en 1900 se editaron sus dos primeros libros de poemas: Ninfeas y Almas de violeta.
En los años veinte volvió a Madrid, alojándose en la Residencia de Estudiantes, donde los miembros de la generación del 27 lo reconocieron como maestro. Realiza varios viajes a Francia y más tarde a Estados Unidos, donde se casa con la que ya sería su compañera para toda la vida, Zenobia Camprubí.

Óleo de Juan Guillamo 

Entre sus principales antologías se encuentran Poesías escogidas (1917), Segunda antología poética (1922), Canción (1936) y Tercera antología (1957). La influencia del modernismo se percibe en sus primeros libros, aunque su mundo poético apunta hacia lo inefable. Su obra se hace independiente de cualquier escuela, aunque el simbolismo, ya totalmente asumido, siga influenciando en su poesía casi hasta el final. Con el paso de los años su estilo se hace cada vez más depurado, siempre en busca de la belleza absoluta sin dejar de ser al mismo tiempo metafísico y abstracto, como se aprecia en Baladas de Primavera (1910), La soledad sonora (1911) o Diario de un poeta recién casado (1917), escrito básicamente durante su viaje a Estados Unidos. Siguen Eternidades (1918), Piedra y cielo (1919) y uno de los puntos más altos de su poesía, Estación total, un libro escrito entre 1923 y 1936, aunque no se publique hasta 1946.

Los escritos en prosa que formarían posteriormente la vasta galería Españoles de tres mundos (1942) empezaron a publicarse en diarios y revistas en los años inmediatamente anteriores a su exilio. Otro libro suyo escrito en prosa poética es Platero y yo (1917), donde funde fantasía y realismo en las relaciones de un hombre y su asno. Es el libro español traducido a más lenguas del mundo, junto con Don Quijote de Miguel de Cervantes. Escribió además los Romances de Coral Gables (1948) y Animal de fondo (1949). Con ellos y el poema 'Espacio', alcanza lo que se ha llamado su "tercera plenitud" determinada por el contacto directo con el mar.

En 1936, al estallar la Guerra Civil española, se vio obligado a abandonar España. Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico, fueron sus sucesivos lugares de residencia. Recibió ya casi moribundo, la noticia de la concesión del Premio Nobel de 1956, Tres días después muere su mujer.


Falleció el 29 de mayo de 1958 en Puerto Rico. Sus restos reposan en el cementerio de Jesús en Moguer.



Sinopsis:

La figura de Platero un burro color de plata síntesis de todos los que en su infancia tuvo Juan Ramón se convirtió en la ayuda y pretexto de su creador para confiar sus más íntimas emociones. En ese pequeño universo total Juan Ramón se proyecta en Platero quien se va transformando hasta adquirir al final una espiritualidad completa.

 Opinión:

“Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro."

Estas palabras son música para mis oídos, son quizás las culpables de que hoy esté aquí escribiendo y me hayan transmitido la pasión por los libros. Son mis primeros recuerdos de un libro de pequeño, y por eso era necesario hacer este homenaje al gran Juan Ramón Jiménez.



Poco puedo decir sobre "Platero y yo", que no se haya dicho ya, creo que es uno de esos libros de lectura obligatoria, que forman parte de la universalidad de la literatura, por su belleza, y por la capacidad del autor, para hacernos ver a través de Platero, todo su mundo interior, y sus emociones, más allá de lo material, y es que con esta obra el autor además, nos narra un montón de escenas costumbristas de la época, una sociedad con sus virtudes y con sus defectos que queda plasmada maravillosamente en el libro.


La edición de Anaya contiene una introducción excelente, que nos sitúa en la época de la novela, explicándonos los acontecimientos más importantes del país, tanto políticos como artísticos, y una biografía del autor, y además, por si fuera poco, al finalizar el libro, nos encontramos un apéndice donde se analiza la novela de manera exhaustiva. 

Estructuralmente la novela está formada por 138 capítulos cortos que le dan agilidad, nos sitúa en Moguer, ciudad natal del autor, y es una novela autobiográfica escrita en primera persona donde el autor es protagonista junto con Platero.




Con una prosa poética, Juan Ramón evoca a la naturaleza a través de Platero, y nos hace un análisis de la sociedad del momento, de una manera muy realista, tanto en el argumento como en el lenguaje utilizado, con grandes influencias de escritores franceses y españoles. Con Platero vamos recorriendo todas las estaciones del año, y las festividades que van acercándose.

Incide también en elementos simbólicos, como los pájaros y las mariposas (que expresan alegría y belleza) y juega con los colores (el negro señal de muerte, el blanco de pureza,..), ambas cosas, nos muestran la llegada del modernismo como movimiento artístico y literario.

La soledad y la muerte también están presente en la obra de Juan Ramón, porque eran uno de los temas que más le preocupaban, sobretodo cuando perdió a su padre.

Platero y yo, sin duda, es uno de los grandes clásicos de la literatura española de lectura obligada.








2 comentarios:

  1. Un clásico imprescindible, sin lugar a dudas. Una obra escrita con mucha sensibilidad. Un abrazo.

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  2. Platero fue uno de mis primeros dramas literarios... tal vez debería leerlo, porque me encanta el modernismo y si que he leído mucha poesía de Juan Ramón Jiménez, pero nunca he vuelto a revisitar Platero, y creo que con los años que han pasado, sería una lectura muy diferente.

    Un beso!!

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