Cuando éramos ángeles (Beatriz Rodríguez)

Título: Cuando éramos ángeles

Autora: Beatriz Rodríguez

Editorial: Seix Barral

Año: 2016

Nº de páginas: 253

ISBN: 978-84-322-2569-7

De la autora:

Beatriz Rodríguez nació en Sevilla, en 1980. Es licenciada en Filología Hispánica. 

Ha trabajado como editora para distintos sellos y ha sido colaboradora de revistas como El Rapto de Europa o Trama & Texturas y en guiones de documentales como La memoria de los cuentos. Los últimos narradores orales. También ha participado en la antología de relatos Watchwomen. Narradoras del siglo XXI. 

Actualmente dirige la editorial Musa a las 9 y el Festival de Poesía de Madrid, POEMAD. 

En 2013 publicó La vida real de Esperanza Silva (Casa de Cartón). Cuando éramos ángeles es su segunda novela.

Sinopsis:

Clara, una joven periodista, vive en un pueblo de menos de mil habitantes, donde lleva una vida tranquila.

La aparición del cadáver de Fran Borrego, uno de los dueños de las tierras que rodean el pueblo de Fuentegrande, hará que esa vida aparentemente tranquila le muestre una sociedad repleta de envidias, intrigas y tramas incompletas que provienen de un pasado que desconoce.

Mientras Clara inicia una investigación sobre la muerte del cacique, entrevistando a distintos personajes que pueden estar involucrados en su asesinato, nos adentramos en un flashback, ambientado en los años noventa.

 Opinión:

Si hay algo que me encanta cuando salgo a la calle en invierno, es el olor de las chimeneas de las casas, ese olor a leña quemada, tan característico de los pueblos. Y es precisamente eso, una de las claves de la novela de Beatriz Rodríguez, y es que Cuando éramos ángeles, desprende olor a pueblo por todos los costados.

El olor de las comidas típicas del pueblo, de la mano de Chabela, dan nombre a muchos capítulos del libro: sangre encebollada, habichuelas en escabeche, gazpacho de culantro, costillas adobadas, bacalao dorado, ajoblanco,... solo de pensarlo ya estoy salivando.

La novela está estructurada en 20 capítulos cortos, narrados en tercera persona, y va haciendo "flashbacks" a situaciones pasadas.

Fuentegrande, un pueblo de la comarca de la Velaña, es un pueblo donde todos nos podemos sentir identificados, un pueblo tranquilo, donde los niños crecen jugando en la calle con sus cuadrillas, ese pueblo en el que todos hemos pasado nuestra feliz infancia, nuestras épocas de inocencia y de adolescencia, pero que también encierra lo más rancio de los pueblos, los caciques y las clases sociales, el típico personaje considerado el loco del pueblo, algunas chicas más atrevidas que otras, los apodos,  los rumores y otras partes más crueles de la vida de pueblo.

Otra de las claves de la novela es la inocencia, o más bien la pérdida de ésta, porque es complicado saber en que momento una persona deja de ser un inocente niño y pasa a perder esa inocencia, el momento concreto de dejar de ser ángeles.

La inocencia se representa bajo la figura de una joven teniendo cerca de ella un cordero blanco

Toda la historia empieza con el encuentro de un cadáver, el de Fran Borrego, que será uno de los protagonistas póstumos de la novela, y que es hijo de uno de los caciques del pueblo.

Clara Ibañez, que dirige el periódico comarcal "La Velaña Información", será la encargada de investigar el suceso, y es que aunque es periodista y no policía, se entregará más a fondo en descubrir que ha pasado que los dos policías del pueblo: Ángel Crespo y Celestino.

La investigación será la que nos llevará a buscar en la infancia de los protagonistas, y descubrir si eran unos angelitos inocentes, y también nos llevará al momento actual y toda una trama de misterios y secretos que envuelven la muerte de Fran.

Si quieres saber más, tendrás que leer la novela, y aviso que de aquellas novelas que va de menos a más, donde la intriga aumenta a medida que nos adentramos en sus páginas.

Cuando éramos ángeles, ha conseguido que reflexionara seriamente y volviera a recordar partes de mi infancia que estaban guardadas.



Valoración:  7/ 10 Notable

Agradecemos a la Editorial Seix Barral su colaboración con nuestro blog.