Un escritor recibe la noticia de la muerte del que
fue su maestro como periodista y con el que, a pesar de no verse apenas ya,
mantenía una amistad inquebrantable. Después del funeral, alguien le hace
llegar de manera anónima un ejemplar de una novela que publicó el fallecido
cuando era joven, un libro que prohibió la censura y que todos creían
desaparecido. Ese hecho, junto con una serie de revelaciones posteriores,
llevará de nuevo al protagonista a la ciudad donde inició su carrera
periodística para intentar descifrar el misterio que se cierne sobre la figura
de su maestro y amigo.
Vagalume es una novela de suspense que habla de esa
vida secreta que todos tenemos, pero también una reflexión sobre la pasión de
escribir, que se sobrepone a todo. Un homenaje, en definitiva, a todas esas
personas que, desde la imaginación, como luciérnagas en la noche, crean vidas
mientras los demás dormimos.
Vaya por delante el reconocimiento a la obra del leonés Julio Llamazares, que además de guionista de cine tiene una prolífica obra literaria que abarca registros literarios muy diferentes, desde poesía, literatura de viajes, artículos, relatos cortos, novela,...
La novela que os presento a continuación es nuestro estreno con Julio en este blog. Está formada por 19 capítulos más un epílogo y un capítulo final y está narrada en primera persona.
Lo primero que nos sorprende es el título Vagalume una palabra de pronunciación preciosa que significa luciérnaga en el idioma gallego. Vagalume me trae recuerdos de mi infancia, cuando por las oscuras noches de campo salíamos a pasear por la carretera y a menudo nos encontrábamos con estos especiales y misteriosos insectos que nos dejaban maravillados.
Llamazares utiliza aquí Vagalume como metáfora haciendo un homenaje a todas esas personas que como luciérnagas en la noche, crean vidas mientras los demás duermen.
La novela da comienzo con una despedida, nos la narra la voz de César que emocionado dice adiós al hombre que fue su maestro en el mundo del periodismo y que acaba de fallecer, Manolo Castro.
Han pasado muchos años y recordando a Manolo nos vamos a trasladar a aquella época en la que ellos eran jóvenes y bajo la dirección de Manolo se encargaban de la sección de Cultura de un periódico al que un César con la carrera recién acabada llegaba procedente de Madrid. Para alguien de la capital, llegar a una ciudad tipo media, de carácter conservador, cuyo nombre elude el autor, pero el lector puede imaginar por Galicia o León, fue un choque pero también un descubrimiento.
Manolo, casado con Elvira y con dos hijas, Sara y María, a parte del jefe de César fue su instructor en literatura, que era en realidad la pasión de ambos. Manolo animaba a César a alzar el vuelo y a no quedarse en aquella redacción.
Cuando César se dispone a salir del hotel en el que se aloja, tras haber despedido a Manolo, el recepcionista le entrega un paquete que alguien ha dejado a su nombre. Dentro de un sobre aparece una nota escrita sin duda por el mismísimo Manolo, que deja a César boquiabierto, porque en el paquete hay un ejemplar de la única novela que Manolo publicó y que nadie sabía de su existencia, ni sus propias hijas ni mujer. Entre las novelas está Vagalume, escrita en honor a su padre, también escritor de novelas en la época de la censura, y que le pide a César que la tenga él.
Las sorpresas aumentan cuando César recibe la llamada de María, hija de Manola y le cuenta que han descubierto en la casa, otros manuscritos con fecha reciente con la firma de su padre cuya existencia desconocían, pues Manolo había dicho que ya no escribía y que les gustaría que les echara un vistazo para ver si eran publicables. Es aquí cuando al leer las novelas César va a ir conociendo diferentes facetas de su maestro, y es que todos tenemos tres vidas: nuestra vida pública, nuestra vida privada y nuestra vida secreta.
Es en estos derroteros que empezamos a descubrir la realidad de Manolo, esa luciérnaga hormiguita que escribía en su cuarto por las noches, y nos planteamos porqué lo hacía de esta misteriosa manera, y es que más allá del interés por publicar, uno puede escribir como forma de no sentirse solo, o como forma de huir del mundanal ruido, o buscando su esencia interior, o de muchas otras formas.
Ir descubriendo a Manolo, sin duda, creará controversia entre sus seres queridos. Para algunos será un cobarde por lo haberse atrevido a publicar las novelas y esconder su talento al mundo, para otros será un valiente, pero lo importante será conocer los motivos que llevaron a Manolo a hacer lo que hizo y a vivir como vivió, entenderlo y respetarlo.
La calidad de la novela es incuestionable así como esa morriña mágica que desprende y ese amor inquebrantable hacia la escritura.
Valoración: 8 / 10 Notable
No he leído nada del autor. Me dejas con ganas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gusta lo que nos cuentas sobre esta novela. Su título es muy acertado, sin duda. Un abrazo.
ResponderEliminarLa tengo en casa. Desconocía el significado de la palabra, así que me ha venido muy bien leerte. Me parece precioso lo que cuentas de este libro y creo que lo podría disfrutar mucho. A ver si consigo meterlo entre las lecturas próximas. Besos
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