Autora: Ana García-Ramos del Castillo
Editorial: Baile del Sol
Año: 2019
Nº de páginas: 151
ISBN: 978-84-17263-32-4
De la autora:
La Laguna (Tenerife), 1962. Cursa estudios de Bellas Artes en la Universidad de esta ciudad. Obtiene el título de Diseño de Interiores en la Institución Artística de Enseñanza (IADE), graduándose, posteriormente, en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Tenerife en la especialidad de Decoración y Arte Publicitario.
En 1997 comienza su andadura como pintora, realizando desde entonces, más de una docena de exposiciones individuales en distintas Salas de Arte de las islas participando, igualmente, en otras tantas colectivas.
Su vocación por la escritura siempre ha estado presente, en su vida, obteniendo desde muy joven, diversos premios en certámenes literarios de cuentos infantiles. Esta necesidad expresiva -aletargada por su dedicación a la pintura- aflora con más intensidad desde el momento en que decide escribir esta su primera novela, TANTO PARA NADA (Tenerife, 2017). Su segunda novela es LA VIDA EN SILENCIO (Tenerife, 2019)
Sinopsis:
La deficiencia que padecía, hacía necesario su
traslado y la dramática separación de su familia quien termina por reconocer
que solo en un colegio especializado en la enseñanza del habla y de la lectura
labial, el pequeño, podrá salir de su mutismo e integrarse en una sociedad que,
en aquel momento, él considera hostil.
Lázaro, impotente al verse incapaz de explicarle a
su hijo el motivo de aquel abandono, regresa a Tenerife con el ánimo
desgarrado. El tiempo y las visitas que le irá haciendo, recompondrán los
jirones hasta el punto de tener el convencimiento de lo trascendental que había
sido aquella decisión.
Paco, ya casi un hombre, después de estar interno
durante diez años, logrando los objetivos que se le habían planteado, retorna a la isla comprobando que
es capaz de comunicarse con su entorno y de poder vivir con desenvoltura. Sin
embargo, no todo el mundo piensa lo mismo: alguien se encarga de romper el
espejismo.
Años más tarde, Rosa descubrirá, por azar, algo que
desconocía de su tío y que la llenará de alegría.
La tinerfeña editorial Baile del Sol, siempre me da alegrías, porque en ella encuentro una maravillosa colección de poesía, y además nos brinda con perlas narrativas como la novela que hoy nos encontramos.
La vida en silencio, forma parte de la colección "Sitio de fuego", que la editorial dedica a novelas donde las Islas Canarias son escenario de las mismas. Es la segunda novela de la autora, cuya primera novela, Tanto para nada, también publica la misma editorial en este colección.
El escenario de La vida en silencio vuelve a ser el mismo que en la primera novela, Tacoronte, precioso municipio tinerfeño, cuyo significado en guanché es "monte de la vuelta". El escenario es importante porque la autora lo describe muy bien, y dan ganas de ir a visitarlo en cuanto acabas la novela. Tacoronte limita con San Cristóbal de la Laguna, El sauzal y Rosario, municipios que también irán apareciendo en la novela. El territorio se caracteriza por una zona costera de escarpados acantilados y por una zona más boscosa y montañosa y unas espectaculares vistas al Teide.
La novela nos sitúa en 1919, en una España en plenos cambios, y está formada por 25 capítulos escritos en tercera persona.
La prosa de Ana García-Ramos es pausada y emocional, deteniéndose donde debe hacerlo, dando paso a descripciones muy bien logradas para hacernos una idea perfecta tanto del lugar como de lo que está sucediendo.
Todo comienza en la actualidad, cuando Rosa, regresa a la casa de sus abuelos, para cerciorarse del estado de la misma, pues la han avisado de varias ocupaciones por la zona. Al llegar, la casa ha sido atacada y saqueada, y Rosa solo puede salvar algunas pertenencias, donde encuentra antiguas fotos familiares. En una de ellas reconoce a su apreciado tío Paco, y a partir de ellas vamos a ir conociendo la historia familiar.
Paco es un niño sordomudo, que aunque vive feliz en Tacoronte, está muy limitado por su deficiencia.
Sus padres, Luisa y Lázaro, deciden llevarlo a un centro internado para que le enseñen a leer los labios y a hablar, pero para eso debe ir hasta la lejana Madrid.
La autora nos va a explicar muy bien todo lo que eso supone desde varias miradas: desde la mirada del niño que debe dejar su lugar de confort para viajar a Madrid, y desde la mirada de unos padres que quieren lo mejor para su hijo, pero que les duele tener que alejarlo de ellos.
Esta dura pero a la vez necesaria experiencia para Paco, va a centrar la novela, así como todo lo que le envuelve: el sentimiento de arraigo a la isla y de desarraigo, la importancia de la familia, la lucha ante la adversidad y la capacidad de superación de las personas.
La edición trae un punto de libro con una frase magistral de Víctor Hugo, que resume muy bien la discapacidad de Paco y a todo lo que se enfrenta: "Qué importa la sordera del oído cuando la mente oye, la verdadera sordera, la incurable sordera es la de la mente".
Valoración: 8/ 10 Notable
La vida en silencio, forma parte de la colección "Sitio de fuego", que la editorial dedica a novelas donde las Islas Canarias son escenario de las mismas. Es la segunda novela de la autora, cuya primera novela, Tanto para nada, también publica la misma editorial en este colección.
El escenario de La vida en silencio vuelve a ser el mismo que en la primera novela, Tacoronte, precioso municipio tinerfeño, cuyo significado en guanché es "monte de la vuelta". El escenario es importante porque la autora lo describe muy bien, y dan ganas de ir a visitarlo en cuanto acabas la novela. Tacoronte limita con San Cristóbal de la Laguna, El sauzal y Rosario, municipios que también irán apareciendo en la novela. El territorio se caracteriza por una zona costera de escarpados acantilados y por una zona más boscosa y montañosa y unas espectaculares vistas al Teide.
Vista de El Teide desde Tacoronte |
La novela nos sitúa en 1919, en una España en plenos cambios, y está formada por 25 capítulos escritos en tercera persona.
La prosa de Ana García-Ramos es pausada y emocional, deteniéndose donde debe hacerlo, dando paso a descripciones muy bien logradas para hacernos una idea perfecta tanto del lugar como de lo que está sucediendo.
Todo comienza en la actualidad, cuando Rosa, regresa a la casa de sus abuelos, para cerciorarse del estado de la misma, pues la han avisado de varias ocupaciones por la zona. Al llegar, la casa ha sido atacada y saqueada, y Rosa solo puede salvar algunas pertenencias, donde encuentra antiguas fotos familiares. En una de ellas reconoce a su apreciado tío Paco, y a partir de ellas vamos a ir conociendo la historia familiar.
Paco es un niño sordomudo, que aunque vive feliz en Tacoronte, está muy limitado por su deficiencia.
Sus padres, Luisa y Lázaro, deciden llevarlo a un centro internado para que le enseñen a leer los labios y a hablar, pero para eso debe ir hasta la lejana Madrid.
La autora nos va a explicar muy bien todo lo que eso supone desde varias miradas: desde la mirada del niño que debe dejar su lugar de confort para viajar a Madrid, y desde la mirada de unos padres que quieren lo mejor para su hijo, pero que les duele tener que alejarlo de ellos.
Esta dura pero a la vez necesaria experiencia para Paco, va a centrar la novela, así como todo lo que le envuelve: el sentimiento de arraigo a la isla y de desarraigo, la importancia de la familia, la lucha ante la adversidad y la capacidad de superación de las personas.
La edición trae un punto de libro con una frase magistral de Víctor Hugo, que resume muy bien la discapacidad de Paco y a todo lo que se enfrenta: "Qué importa la sordera del oído cuando la mente oye, la verdadera sordera, la incurable sordera es la de la mente".
Valoración: 8/ 10 Notable
¡Hola! Me alegra ver que en líneas generales es una novela de la que has disfrutado. Personalmente no lo veo como una lectura para mí, ya que es un género que no me suele gustar, así que en esta ocasión prefiero dejarlo pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía este libro hasta que lo he visto aquí, pero creo que por el tema que trata puedo llegar a disfrutarlo.
Un abrazo