Autores: Christian Escribà y Sílvia Tarragó
Editorial: Espasa
Año: 2019
Nº de páginas: 284
ISBN: 978-84-670-5507-8
De los autores:
Christian Escribà es la cuarta generación de una
saga de pasteleros que inició su andadura en 1906 en la Gran Via de Barcelona.
Ha desarrollado su carrera culinaria entre París y Barcelona, con la
originalidad como divisa. Es el creador, por ejemplo, de los Candy Glam Rings,
unas piezas de azúcar que se han vendido en 16 países. Ha sido reconocido como
Mejor Pastelero de España por la Academia Española de Gastronomía, es miembro
de la Academie Culinaire de France y Embajador de la primera firma mundial de chocolates
suizos Barry-Callebaut & Chocovic.
Sílvia Tarragó fue librera durante catorce años. Es
autora de libros de relatos, poemarios y de la saga juvenil Top Fairies
(Edebé). El tiempo de la luz (Umbriel), relato que tiene como trasfondo medio
siglo de la historia de Barcelona, fue su primera novela de adultos a la que
siguió El amor y la lectura (Comanegra), una fábula moderna sobre la pasión por
los libros.
Sinopsis:
Alba decidió convertirse en pastelera cuando se enteró
de que su madre no supo que estaba embarazada de ella hasta no probar unos
pastelillos de Tortosa hechos en el obrador de Mateu Serra. Pero el camino no
le resultará fácil. Alba hace de la cocina su universo, un laboratorio de
dulces donde trabaja incansablemente.
Un amigo de la familia promete ayudarla. Así
encuentra trabajo los domingos en la pastelería Escribà, regentada por el hijo
de Mateu Serra. Aunque no es más que una simple dependienta, ya que en los
obradores solo trabajaban hombres, Alba está convencida de que se trata de un
importante paso.
Un día debe ayudar en el obrador, donde se quedan
maravillados con sus asombrosas aptitudes. De esta manera la vida de Alba dará
un giro que la situará muy cerca del éxito. Con sus platos, Alba transmite su
propia esencia, sensual y creativa, y logra transformar el ánimo de los
comensales e incluso curar sus enfermedades.
Opinión:
Si hay en Barcelona una pastelería carismática, esa es sin duda la Pastelería Escribà, un lugar maravilloso, que consigue ilusionar, sorprender y crear momentos únicos de la mano de un gran maestro como es Christian Escribà, cuarta generación de una saga de pasteleros que lleva desde 1906 en la Gran Vía barcelonesa. Por ese motivo, la pastelería Escribà, es más que una pastelería, porque forma parte de un pedazo de la historia de la ciudad, y con ella, ha ido evolucionando y transformándose, al ritmo de la sociedad barcelonesa.
El obrador de los prodigios está protagonizada por Alba y su familia. Alba es una chica especial, humilde, con el don de la intuición, una percepción aguda de los sentidos y muy imaginativa, pero la novela hace también protagonista a la famosa pastelería, un emblemático establecimiento que sin duda se convierte en un personaje más.
La novela está formada en tres partes y dividida en 28 capítulos con nombres de apetitosos postres y dulces, pues en cada época del año, y en cada capítulo de la novela, le vienen como anillo al dedo. Está escrita en tercera persona.
Todo empieza en la Navidad de 1926, donde una nevada sorprende a los barceloneses, coincidiendo con el nacimiento de Alba. Posteriormente retrocedemos hasta 1876, para conocer los inicios de Mateo Serra, que fundará la panadería Serra, germen de la pastelería Escribà, donde Alba acabará trabajando.
Con la narración de la historia personal de Alba, iremos descubriendo la historia de la mítica pastelería, y a la vez iremos reviviendo la historia de la propia ciudad de Barcelona: Exposición Universal de 1929, bombardeos en plena Guerra Civil, la Huelga de los tranvías, la visita de Eva Perón a la ciudad, la aparición de la Escuela Moderna Rosa Sensat, y muchos otros acontecimientos.
Y aunque no debemos olvidarnos de que es una novela de ficción, los datos históricos y los referentes a pastelería son verídicos, tal y como nos revelan los propios autores de la novela.
Valoración: 8/ 10 Notable
Tras leer la reseña, parece que la novela promete. Con que llegue a ser la mitad de apetitosa que los productos de la pastelería, ya la podremos calificar de sobresaliente. No creo que se me borre nunca de la memoria, afortunadamente, el sabor y la textura del chocolate de casa Escribà.
ResponderEliminarQueda en mi particular lista de pendientes.
Además, tengo en mis recuerdos una cierta ligazón con el prestigioso establecimiento barcelonés ya que durante bastantes años, durante mi época profesional como afinador, me encargué de la afinación y mantenimiento del piano de la familia.
Creo que disfrutaría mucho con esta historia, así que tomo nota, que no la conocía.
ResponderEliminarBesotes!!!
Parece una novela interesante, quizá algún día me anime con ella pero de momento estoy con el tiempo justo para todo y no me queda tanto como quisiera para leer.
ResponderEliminarBesos =)
Me parece una lectura entretenida, por lo que nos cuentas en tu reseña, y con el aliciente del telón de fondo histórico que tiene la novela. Tomo nota de ella como futura lectura. Un abrazo.
ResponderEliminarMe apetece mucho esta novela, por los sabores y por los sitios reconocidos.
ResponderEliminarUn beso ;)
Uy!! Si ya de entrada me encanta el título!! No me importaría echarle un ojo. Me gusta lo que cuentas. Besos
ResponderEliminarYa le tenía echado el ojo porque tenía buena pinta, pero me alegra saber que lo puntúas alto. Lo acabaré leyendo, seguro.
ResponderEliminarUn saludo