martes, 20 de febrero de 2018

El relojero de la Puerta del Sol (Emilio Lara)


Título: El relojero de la Puerta del Sol
Autor: Emilio Lara
Editorial: Edhasa
Año: 2017
Nº de páginas: 342
ISBN: 978-84-350-6317-3

Del autor:

Emilio Lara (Jaén, 1968) es doctor en Antropología, licenciado en Humanidades con Premio Extraordinario, Premio Nacional de Fin de Carrera y profesor de Geografía e Historia de Enseñanza Secundaria. 



Ha publicado varios libros de Historia y decenas de artículos en revistas universitarias y centros de investigación españoles, italianos y franceses. 

Ha participado en la elaboración del Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia. También ha obtenido diversos premios de literatura, historia y periodismo. 

La Cofradía de la Armada Invencible fue su exitosa primera novela. El relojero de la Puerta del Sol es su consolidación


Sinopsis:

Londres, 1866

José Rodríguez Losada se ve obligado, una y otra vez, a huir de su pasado. Tras abandonar de niño el hogar familiar, se verá obligado por razones políticas a exiliarse de la España absolutista de Fernando VII. Ahora vive en Londres, una ciudad más avanzada y en la que vislumbra un futuro más esperanzador. Hábil como pocos y siempre entusiasta, debe acabar un encargo urgente: reparar el Big Ben, el reloj más famoso del mundo.


José Rodríguez Losada

Pero nadie puede escapar de su pasado y, entre la niebla londinense, una sombra lo observa para acabar con su vida. Y, mientras tanto, José sólo vive y trabaja para su sueño: la construcción de un reloj con un mecanismo revolucionario. ¿Conseguirá José sortear todos los peligros que lo rodean y conseguir su sueño? La historia dice que sí, ya que su sueño será conocido como el reloj de la Puerta del Sol. Pero ¿cómo conseguirá eludir todos los peligros y conseguir hacerlo realidad?....

Emilio Lara nos adentra en la historia de un hombre tan real y fascinante como desconocido para la mayoría de los lectores. Un hombre que no sólo creará los dos relojes más famosos del mundo, tal como los conocemos actualmente, sino que sorteará todo tipo de dificultades para lograr su sueño, conocerá el amor en su madurez y se relacionará con los personajes más ilustres de su época. En definitiva, la historia de un hombre contra su destino y dueño de sus horas.


 Opinión:


AGRADECIMIENTO, así en mayúculas, es la primera palabra que me viene a la cabeza cuando voy a empezar esta reseña.

Agradecimiento a Emilio Lara, por habernos acercado la fascinante historia de José Rodríguez Losada, y es que ¿Quién no conoce el emblemático Reloj de Gobernación de la Puerta del Sol? ¿Quién no se ha tomado las uvas de nochevieja admirándolo?, todos los españoles, pero seguro que gran parte de su historia la desconocemos.



El relojero de la Puerta del Sol, está escrita en tercera persona y consta de 74 capítulos cortos que le dan agilidad a la novela.

La novela va a girar en torno a este singular personaje, un relojero excepcional, y militar liberal a las órdenes del general Riego, que tuvo que exiliarse a Londres por motivos políticos, donde recibió el encargo de reparar el famoso Big Ben, símbolo de la ciudad, y donde consiguió abrir su propia relojería en Regent Street y ser afamado.

Emilio Lara consigue darnos a conocer por completo al personaje de Losada, repasándonos su biografía desde su infancia en León hasta su huida a Londres y su posterior regreso. No lo hace Lara de una manera lineal, sino alternando dos lineas temporales que se van a ir entrecruzando hasta encontrarse. La primera línea nos llevará a 1814 y Losada es un crío de 13 años; esta primera linea es la que va a ir avanzando temporalmente y cambiando espacialmente hasta enlazar con la segunda linea, que nos lleva a Londres en 1866, y que nos narra la vida de Losada en el exilio.

El autor logra describirnos magníficamente la época en los dos espacios en los que nos sitúa la novela, por un lado la España con constantes problemas políticos: una vez finalizada la Guerra de la Independencia, y con la llegada del absolutismo de Fernando VII, pero con dos visiones sobre la misma España, una desde el punto de vista rural, y otra desde le punto de vista de un Madrid señorial, con su Palacio Real y sus Jardines del Buen Retiro; y por el otro el majestuoso pero a la vez pestilente Londres, con su emblemático Big Ben, pero tenebroso y sucio, con sus nieblas que se pueden masticar, como en las novelas de Dickens.

Y por si esto no fuera ya de por si atractivo para crear una novela, lo chocante es la cantidad de personajes con los que trató Losada tanto en España como en Londres, y lo influyente que fue, por ejemplo creando en su trastienda londinense una tertúlia en la que participan el General Prim, Ramón Cabrera o el dramaturgo José Zorrilla, y es que José Rodríguez Losada aparece hasta en versos de Zorrilla y en los emblemáticos Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, para que os hagaís una idea de lo que fue el personaje en cuestión.

La prosa del autor, está perfectamente engranada, como si fuera un reloj más de Losada, solo hay una cosa que me chirría un poco, y que en mi modesta opinión, eliminaría directamente, y es el epílogo, que encuentro fuera de lugar.



Todo esto solo es un pequeño reflejo de lo que os váis a encontrar en El relojero de la Puerta del Sol, una novela que va a encantar a los lectores, sobretodo a los aficionados a la novela histórica, por la cantidad de detalles que el autor nos aporta y por conocer un poco más de nuestra historia.


Valoración:  8,5/ 10 Notable alto

Agradecer a Albardonedo Agencia Literaria su colaboración con nuestro blog.









4 comentarios:

  1. Por tu reseña, bien se nota que has disfrutado con su lectura. Apuntadita me la llevo, porque me gusta lo que nos cuentas de esta novela. Un abrazo.

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  2. Pues tienes toda la razón. Jamás se me pasó por la cabeza quién estaría detrás de ese reloj en sus inicios. Muy buena historia. Besos

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  3. Pues sí, desconocía completamente esta historia. Se nota que la has disfrutado. Voy a tenerla muy en cuenta.
    Besotes!!!

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  4. Como se te nota que lo has disfrutado un montón, Ful :) Y yo estoy igual, ni idea de quién era este buen hombre, pero intentaré hacerme con el libro y le pondré remedio.

    ¡Besote!

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